“Sin medicamentos”. La falta de atención médica pone en riesgo a la población en un Sudán del Sur cada vez más violento

Yuba (Sudán del Sur), 9 de diciembre de 2025.- La población de Sudán del Sur se enfrenta a una situación humanitaria cada vez más crítica, al mismo tiempo que el interés y el apoyo internacionales siguen disminuyendo. Así lo recoge un nuevo informe de Médicos Sin Fronteras (MSF), titulado Abandonados en la crisis: Escalada de violencia y colapso sanitario en Sudán del Sur.

Basado en datos médicos y en testimonios de pacientes, cuidadores, miembros de la comunidad y personal sanitario que vive en las zonas donde trabaja MSF, el informe expone el impacto humano del colapso del sistema sanitario y de la respuesta humanitaria insuficiente.
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​“El sistema sanitario de Sudán del Sur está al límite. En todos los lugares donde trabajamos, nuestros equipos son testigos de enormes carencias en los servicios de salud. Los centros sanitarios o no están operativos o están gravemente desabastecidos. La falta crónica de medicamentos y personal hace que la población muera por enfermedades prevenibles y tratables. Los centros de salud necesitan apoyo real sobre el terreno, no solo sobre el papel”, afirma la doctora Sigrid Lamberg, coordinadora general de MSF en el país.

Durante este año, la violencia entre fuerzas gubernamentales y de la oposición, y grupos armados no estatales ha aumentado de forma pronunciada, marcando la peor escalada desde el acuerdo de paz de 2018. El incremento de la violencia, los ataques contra centros sanitarios por parte de todos los actores implicados y las restricciones de acceso están dificultando aún más la prestación de atención médica y de ayuda humanitaria. Según Naciones Unidas, desde enero los nuevos picos de violencia han desplazado a más de 320.000 personas y han provocado 2.000 muertes. En Malakal, entre abril y noviembre de 2025, los equipos de MSF atendieron a 141 personas con heridas traumáticas, entre ellas mujeres y niños, muchos con impactos de bala.

En flagrante violación del derecho internacional humanitario, 2025 también registró un fuerte incremento de ataques contra instalaciones sanitarias por parte de todos los actores del conflicto. Solo MSF sufrió ocho ataques dirigidos contra sus centros y su personal en Ecuatoria Central, Jonglei y Alto Nilo, lo que obligó al cierre de dos hospitales en Ulang y Old Fangak. El 3 de diciembre, una de sus instalaciones fue alcanzada por un bombardeo aéreo en Pieri, estado de Jonglei. Ese mismo día, tras el ataque en Pieri, los equipos de MSF fueron testigos de más bombardeos en Lankien, donde la organización también gestiona servicios sanitarios.

Las comunidades se enfrentan a múltiples crisis simultáneas: conflicto, desplazamientos masivos, inundaciones, desnutrición y brotes de enfermedades; incluido el mayor brote de cólera registrado en el país. Sin embargo, a pesar del empeoramiento de las condiciones de vida y de la disminución del acceso a servicios básicos, el apoyo internacional siguió disminuyendo en 2025.

Sesión de sensibilización sobre el cólera en Malakal. PAULA CASADO AGUIRREGABIRIAÁrea para el tratamiento de la malaria en el hospital de Aweil. ISAAC BUAYUna bebé en la neonatología del hospital de Ulang. MSFPersonas desplazadas en Jerbana. DIEGO MENJÍBAR

El Proyecto de Transformación del Sector Salud (HSTP por sus siglas en inglés), una iniciativa financiada por varios donantes lanzada en julio de 2024, sigue siendo el principal mecanismo para la prestación de servicios sanitarios en Sudán del Sur. Liderado por el gobierno junto con la OMS, UNICEF y otros socios, el proyecto había sido diseñado para apoyar 1.158 centros de salud en 10 estados y tres áreas administrativas. Sin embargo, debido a la falta de financiación, actualmente solo se presta apoyo a 816 centros, que aun así siguen sufriendo escasez de medicamentos y de personal.

“Viajé desde Keurdeng; tardé una hora. Hay un pequeño centro de salud allí, pero no tiene todos los medicamentos: a veces se les acaban muy rápido. Llevé al niño al centro, pero no había medicación”, explicó una cuidadora en Toch a los equipos de MSF.

La malaria, principal causa de muerte

La malaria continúa siendo un desafío enorme y sigue siendo la principal causa de morbilidad y mortalidad en Sudán del Sur, especialmente entre mujeres y niños. A pesar de ello, por segundo año consecutivo, en 2025 se produjeron desabastecimientos de medicamentos contra la malaria en todo el país durante la temporada de mayor transmisión. Sin tratamiento a tiempo, la enfermedad puede ser mortal en poco tiempo. Entre enero y septiembre de 2025, los equipos de MSF atendieron a 6.680 pacientes con malaria grave que necesitaron hospitalización.

Desde hace años, la población de Sudán del Sur afronta algunas de las necesidades médicas y humanitarias más extremas del mundo. En 2025, la situación se ha deteriorado aún más. El aumento de las necesidades exige una respuesta urgente: los donantes internacionales deben cumplir sus compromisos de apoyo sanitario y humanitario, y es necesario abordar con urgencia las deficiencias de los programas existentes.

Como mínimo, es imprescindible garantizar la entrega puntual de medicamentos esenciales y suministros, así como el pago de los salarios del personal sanitario. En un contexto de violencia creciente, debe garantizarse el acceso humanitario, la protección de la población civil y el respeto a los centros de salud. MSF también pide al Gobierno de Sudán del Sur que aumente el presupuesto nacional destinado a salud, en consonancia con su compromiso en la Declaración de Abuja de dedicar un 15% del gasto nacional a este sector. Actualmente, solo el 1,3 % del presupuesto se destina a la sanidad.

“La situación en el país es catastrófica”, afirma Lamberg. “Las necesidades urgentes de la población de Sudán del Sur exigen una acción coordinada, un compromiso renovado y una solidaridad internacional genuina. El mundo no puede apartar la mirada, y mucho menos ahora”.