Las nuevas órdenes ejecutivas de Trump sobre migración son un retroceso devastador
Bloquear a las personas para que no busquen asilo en los EE.UU. y eliminar vías seguras y legales para la migración solo expone a las personas a mayores riesgos y explotación

Nueva York, 22 de enero de 2025.- Entre la serie de órdenes tomadas el 20 de enero por el presidente Donald Trump, Médicos Sin Fronteras (MSF) está particularmente alarmada por el impacto humanitario de las medidas destinadas a cerrar el paso a los solicitantes de asilo y refugiados.
Las órdenes incluyen la declaración de una emergencia nacional en la frontera sur de EE.UU., lo que efectivamente militariza la aplicación de las leyes de inmigración; “garantizar la protección de los estados contra la invasión”, aludiendo amenazas a la salud pública como base para las acciones de aplicación de la ley; la suspensión temporal de las admisiones de refugiados en EE.UU.; y la reimposición de la perjudicial política conocida como ‘Quédate en México’, que atrapa a los solicitantes de asilo en situaciones de peligro.
Incluso antes de que se emitieran las órdenes ejecutivas, la nueva administración tomó medidas rápidas para cerrar la aplicación CBP One que, a pesar de sus defectos, era la única forma de solicitar asilo en la frontera sur de EE.UU. MSF ha denunciado en repetidas ocasiones los impactos perjudiciales de las políticas de disuasión y contención bajo la primera administración Trump y bajo las administraciones Biden y Obama. Una vez más, MSF hace un llamamiento para desarrollar políticas migratorias seguras y humanas, en línea con las obligaciones legales nacionales e internacionales.
El presidente Trump ha declarado una emergencia nacional, a pesar de que los cruces irregulares a lo largo de la frontera sur de EE.UU. han disminuido a nuevos mínimos en los últimos meses debido, en parte, a las restricciones de asilo implementadas en junio de 2024 por el expresidente Biden. Las autoridades mexicanas han estado impidiendo activamente que los migrantes y solicitantes de asilo lleguen a las ciudades cercanas a la frontera con EE.UU. y, según informes, han detenido a más de 475.000 migrantes en el último trimestre de 2024, casi un 68% más que en el mismo periodo del año anterior, según datos gubernamentales.
En los contextos en los que trabaja MSF, la violencia extrema, los ataques a la población civil e infraestructuras civiles como hospitales, la denegación de ayuda y los desplazamientos masivos amenazan la vida de las personas. La gran mayoría de las personas desplazadas de sus hogares permanecen en su país de origen o buscan seguridad en países vecinos. Sin embargo, algunas realizan viajes extraordinariamente difíciles para solicitar asilo en EE.UU. El derecho a solicitar asilo es un salvavidas para las personas que huyen de la violencia y la persecución.
Declaraciones de Avril Benoît, directora ejecutiva de MSF EE.UU.:
“Estamos asistiendo al restablecimiento de algunas de las políticas de inmigración más inhumanas y perjudiciales que EE.UU. ha impuesto en los últimos años. Estas políticas ponen en peligro a decenas de miles de personas, atrapadas en condiciones desesperadas y expuestas a la violencia, la extorsión y el secuestro. Se trata de un retroceso devastador.
Como proveedores de atención médica en algunos de los lugares más peligrosos del mundo, vemos y tratamos a diario a personas que buscan desesperadamente seguridad e intentan escapar de la persecución y la violencia.
La política de ‘Quédate en México’, conocida oficialmente como Protocolos de Protección de Migrantes (MPP por sus siglas en inglés), dejó a los solicitantes de asilo varados en México mientras esperaban que sus solicitudes de asilo se resolvieran en los EE.UU. Entre el momento en que la política ‘Quédate en México’ fue introducida por la primera administración Trump en 2019 y cuando el gobierno estadounidense dejó de inscribir a nuevas personas en 2022, más de 75.000 solicitantes de asilo fueron rechazados por los EE.UU. y enviados de regreso para enfrentar condiciones difíciles y peligrosas en México.
Estamos extremadamente preocupados por los riesgos para la salud y la seguridad de reiniciar la política ‘Quédate en México’ y de invocar preocupaciones de salud pública como pretexto para militarizar la aplicación de las leyes fronterizas. Nos preocupan las medidas que efectivamente cerrarán la frontera sur de EE.UU. a los solicitantes de asilo e infligirán daños como estrategia de disuasión. Las políticas migratorias basadas en la disuasión, la criminalización y la contención sólo causan más dolor a personas vulnerables que ya han sufrido y sobrevivido a muchas crueldades.
Bloquear la solicitud de asilo en EE.UU. y eliminar vías seguras y legales para la migración solamente expone a las personas a mayores riesgos y explotación. Para muchas de estas personas, quedarse en casa no es una opción, y puede ser una sentencia de muerte.
Las consecuencias médicas y humanitarias de frenar el acceso al asilo son reales. Hemos tratado a refugiados y solicitantes de asilo con lesiones horribles causadas por torturas y abusos. También somos testigos de las graves consecuencias para la salud mental de personas que viven bajo la amenaza constante de la persecución.
Pedimos a la nueva administración Trump que respete el derecho de las personas a solicitar asilo y cree vías humanitarias para las personas que buscan protección. Buscar seguridad no es un delito”.