Inundaciones en Pakistán: alarmante número de casos de malaria y desnutrición infantil en Sind y de Baluchistán
La situación en las zonas más afectadas de las provincias de Sind y Baluchistán sigue siendo una emergencia, con necesidades críticas sin cubrir
Sind, Pakistán, 12 de enero de 2023.- Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) están tratando un número alarmantemente alto de pacientes con malaria y niños desnutridos en las comunidades afectadas por las inundaciones en las provincias de Sind y el este de Baluchistán, en Pakistán.
Las catastróficas inundaciones comenzaron en junio y el gobierno pakistaní declaró el estado de emergencia a finales de agosto, pero actualmente todavía hay necesidades críticas sin cubrir, como el acceso a alimentos, atención médica y agua potable. La respuesta actual a esta emergencia es inadecuada.
En Sind y el este de Baluchistán, los equipos de MSF están tratando un elevado número de casos de malaria. A pesar de estar en la estación más fría del año, cuando se esperaría que las tasas de malaria disminuyeran, la mitad de las personas examinadas en las clínicas móviles de MSF dieron positivo en diciembre. La organización ha tratado a más de 42.000 pacientes con malaria desde octubre.
Las inundaciones han destruido extensas zonas de cultivos y ganado, que representan la principal fuente de sustento de muchas comunidades. En las clínicas médicas móviles de la organización en el norte de Sind y el este de Baluchistán, MSF ya está observando cifras alarmantes de desnutrición aguda. Desde el inicio de las actividades en estas regiones, se ha examinado a un total de 28.313 niños. De ellos, el 23% presentaba desnutrición aguda grave y el 31% desnutrición aguda moderada, lo que supone más de la mitad de los niños que llegaron a nuestras clínicas.
"Todavía estamos en fase de emergencia”
“Llevamos meses respondiendo a esta situación, pero nuestros equipos en Sind y el este de Baluchistán siguen viendo a gente que vive en tiendas de campaña y refugios improvisados. En estos meses de invierno, la gente es cada vez más vulnerable. Aunque la atención se está centrando en la recuperación y la reconstrucción, no se ha ampliado la respuesta humanitaria para cubrir las necesidades críticas de la población. En diciembre, nuestros equipos médicos siguieron viendo altas tasas de malaria, desnutrición aguda e infecciones cutáneas. Las organizaciones humanitarias y las agencias gubernamentales implicadas en la respuesta no deben olvidar que la situación sigue siendo crítica”, afirma Edward Taylor, coordinador de Emergencias de MSF en el norte de Sindh y el este de Baluchistán. “En las zonas donde estamos trabajando, el agua aún no ha retrocedido y sigue habiendo muchas necesidades médicas y humanitarias sin cubrir. La gente necesita urgentemente ayuda alimentaria, agua potable, atención sanitaria y refugio. Todavía estamos en fase de emergencia”.
"La gente necesita urgentemente ayuda alimentaria, agua potable, atención sanitaria y refugio. Todavía estamos en fase de emergencia”
Edward Taylor, coordinador de Emergencias de MSF en Pakistán
MSF gestiona clínicas móviles y equipos de malaria que visitan más de 50 localidades a la semana en los distritos de Dadu, Jacobabad y Shahadat Kot, en Sind, y Jaffarabad, Naseerabad, Sohbatpur, Jhal Magsi y Usta Mohammed, en el este de Baluchistán. Hasta ahora, la organización ha proporcionado atención médica a más de 92.000 personas, principalmente por enfermedades de la piel, malaria, infecciones de las vías respiratorias y diarrea.
El regreso a hogares destruidos y fuentes de agua contaminadas
Quienes regresan a sus aldeas se encuentran con casas y terrenos destruidos, rodeados aún de agua estancada. La devastadora pérdida de hogares y pertenencias afecta a la salud mental de las personas, así como a sus medios de subsistencia. Los equipos de MSF ofrecen primeros auxilios psicológicos y sesiones de asesoramiento en grupo para ayudar a la población en estos momentos tan difíciles.
Mientras tanto, las personas que permanecen en campos y refugios informales se enfrentan a la inminente amenaza del invierno. MSF ha adaptado su distribución de artículos de primera necesidad, con mantas adicionales para el invierno; en las últimas dos semanas, 6.000 hogares han recibido estos paquetes de ayuda.
En Sind y el este de Baluchistán, muchas personas cuyas aldeas son ahora accesibles descubrieron que las fuentes de agua siguen contaminadas y deben obtener agua potable de lugares lejanos. Los cultivos y las reservas de alimentos han quedado destruidos, el ganado ha muerto y los campos no estarán listos para la próxima temporada de siembra, lo que aumenta el riesgo de una mayor inseguridad alimentaria. Los equipos de MSF siguen suministrando agua potable a las comunidades rurales, con más de 20 millones de litros suministrados hasta ahora. Los equipos también han ayudado a distribuir 15.973 kits de higiene a familias de zonas remotas afectadas por las inundaciones.
“Garantizar alimentos, agua, saneamiento, atención sanitaria y refugio adecuados debe ser una prioridad para la respuesta internacional y nacional a las catastróficas inundaciones en Pakistán”, continúa Taylor, “muchas personas en las zonas afectadas tienen necesidades urgentes que no pueden esperar”.
Silvia Fernández