Sudán: repunte alarmante del sarampión en Darfur
MSF advierte desde hace meses de que es necesaria una campaña de vacunación urgente y eficaz
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Zalingei (Darfur), 29 de diciembre de 2025.- Los casos de sarampión están aumentando rápidamente en Darfur Central, Sur y Oeste. Desde septiembre de 2025, se han registrado más de 1.300 casos en los centros de salud apoyados por Médicos Sin Fronteras (MSF), pese a que la organización ha instado reiteradamente a la puesta en marcha de campañas de vacunación y a la reanudación de los programas de inmunización de rutina.
MSF insta a las autoridades a eliminar de inmediato todas las barreras burocráticas y administrativas que dificultan el transporte de vacunas en todo Darfur. Al mismo tiempo, pide a UNICEF que actúe con mayor urgencia para coordinar el transporte y la entrega de vacunas, jeringuillas y otros suministros esenciales. MSF también insta a los Ministerios de Salud, tanto estatales como federales, a poner en marcha una campaña urgente de vacunación contra el sarampión y a restablecer los programas de inmunización rutinaria.
“El sarampión es una enfermedad prevenible; basta con una inmunización sistemática y una vacunación reactiva oportuna. Sin embargo, ambas se han visto gravemente limitadas por el conflicto, las barreras administrativas y los retrasos de los actores clave”, afirma Ahmed Fadel, coordinador de emergencias de MSF en Darfur. “Estos retrasos están dejando a los niños más vulnerables expuestos a una enfermedad que puede ser mortal”.
En el Hospital Universitario de El Geneina, Ferdos Salih llevó a su hija Banan, una bebé de 11 meses que padece sarampión y desnutrición aguda grave. “Nació de forma prematura porque la guerra nos obligó a huir de Omdurman cuando estaba embarazada”, explica Ferdos. “Ha sufrido mucho, con hospitalizaciones repetidas. Además, debido a la guerra, no pudo vacunarse”. Banan contrajo la infección de su hermano mayor, ya que no había espacio suficiente en la casa para aislarlo adecuadamente cuando enfermó de sarampión. Desde su desplazamiento, la familia vive junto a otras dos.
El envío de vacunas para campañas reactivas y programas de inmunización se realiza en un entorno operativo extremadamente complejo en Sudán. El conflicto actual ha interrumpido las rutas de importación y ha generado importantes obstáculos administrativos y burocráticos para los actores humanitarios implicados en la vacunación, incluidos retrasos en las autorizaciones de envíos transfronterizos y en los procedimientos exigidos por las autoridades sudanesas.
A ello se suma una coordinación insuficiente en la entrega de vacunas y otros suministros necesarios para llevar a cabo las vacunaciones, que llegan a distintos lugares y en momentos diferentes. Esto supone un obstáculo adicional que debe resolverse antes de poder iniciar las campañas. “Esta es la principal causa de los retrasos sobre el terreno. El suministro de vacunas y otros materiales debe coordinarse mucho mejor para que todo llegue con mayor rapidez a donde se necesita”, señala Fadel.
En el hospital de Zalingei, en Darfur Central, los equipos de MSF han tratado a 1.093 pacientes con sarampión en lo que va de 2025, con un fuerte repunte en los últimos meses: el 78% de los casos se registraron desde septiembre. En el Hospital Universitario de Nyala, en Darfur Sur, los equipos atendieron a 242 pacientes durante el año, el 95% de ellos desde septiembre. Por su parte, el Hospital Universitario de El Geneina, en Darfur Oeste, recibió 429 casos de sarampión en 2025, el 59% entre septiembre y noviembre.
Más del 29% de los casos en Zalingei y el 34% en Nyala se dieron en niños mayores de cinco años, lo que pone de manifiesto el fracaso prolongado en garantizar la inmunización sistemática en la región, incluso antes de la escalada del conflicto actual. Por ello, la respuesta a estos brotes debería incluir a los niños de entre seis meses y 15 años.
Matara Abakar llevó a su hijo Natrin, de 10 meses, tras 17 días de enfermedad con fiebre, diarrea, tos y erupciones cutáneas. El niño también padece desnutrición grave. “Nos resulta muy difícil encontrar trabajo. Soy agricultora y apenas consigo ganar lo suficiente para comprar alimentos adecuados. Solo dependemos de la asida (un alimento sudanés elaborado con harina de sorgo o mijo)”, explica Matara. Tiene otros dos hijos que tampoco están completamente vacunados.
Más del 34% de los pacientes tratados en Zalingei y Nyala también padecen desnutrición aguda, lo que agrava la evolución de la enfermedad y puede provocar rápidamente complicaciones potencialmente mortales, como neumonía y encefalitis.
Los equipos de MSF en Darfur también están tratando actualmente a pacientes con difteria, tos ferina y otras enfermedades prevenibles mediante vacunación. “Lo que se necesita con urgencia es que el Ministerio de Salud, con el apoyo de sus socios en el ámbito sanitario, entre ellos UNICEF, reanude la inmunización sistemática y garantice un suministro suficiente de vacunas”, afirma Ahmed Fadel. “Se podrían salvar innumerables vidas, pero tras más de dos años y medio de guerra, el mundo sigue fallando al pueblo de Sudán”.
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