Sudán: los hospitales de El Fasher cierran uno tras otro por los combates y la huida de la población
Actualmente, solo el hospital Saudí tiene capacidad quirúrgica para El Fasher
El Fasher (Sudán), 14 de junio de 2024.- Desde el 10 de mayo, El Fasher ha sido escenario de intensos combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS), y sus aliados de las Fuerzas Conjuntas, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). Mientras el conflicto sigue asolando la capital de Darfur Norte, los hospitales de la ciudad resultan dañados y se ven obligados a cerrar. Mientras tanto, miles de personas huyen en busca de seguridad y muchas llegan al campo de Zamzam, donde ya hay una crisis aguda de desnutrición. Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) están adaptando su respuesta para mantener la prestación de asistencia médica a medida que aumentan las necesidades y disminuye el acceso a la atención.
De los tres hospitales principales de El Fasher, sólo el hospital Saudí sigue operativo a día de hoy. El hospital pediátrico Babiker Nahar resultó dañado el 11 de mayo, cuando un ataque aéreo de las FAS cayó a 50 metros de distancia. Desde el 24 de mayo, el hospital del Sur fue alcanzado por morteros y balas en múltiples ocasiones, matando a dos personas e hiriendo a 14, lo que obligó a MSF y al Ministerio de Salud a evacuar a los pacientes. El 8 de junio, el hospital del Sur quedó completamente cerrado tras ser asaltado y saqueado por las FAS, que dispararon dentro del centro.
“Afortunadamente, la mayoría de los pacientes ya habían sido evacuados del hospital del Sur antes de la incursión de las FAR, y los pacientes y el personal que quedaban pudieron escapar”, afirma Michel-Olivier Lacharité, responsable de Emergencias de MSF. “Pero el hecho es que nadie ha respetado a los hospitales. Ahora, solo el hospital Saudí tiene capacidad quirúrgica para todo El Fasher, y tememos por su seguridad y por las personas que necesitan atención. Es responsabilidad de las partes beligerantes preservar las instalaciones médicas y respetar su estatus de protección”.
MSF presta apoyo al hospital Saudí al que están llegando heridos. El hospital era originalmente una maternidad y necesita adaptarse para poder atender una afluencia masiva de heridos sin dejar de prestar atención a mujeres y recién nacidos. Durante varios días, el hospital Saudí careció de suficiente electricidad para realizar cirugías, pero los equipos de MSF ayudaron a restablecer el suministro de energía. MSF también está ayudando a organizar la sala de Urgencias y está evaluando las necesidades de suministros y material médico. Del 10 de mayo al 11 de junio, un total de 1.418 heridos han llegado al hospital del Sur y posteriormente al hospital Saudí, y 226 personas han fallecido.
“Hacemos todo lo posible por prestar apoyo, pero la situación en El Fasher es caótica”, afirma Lacharité. “Toda la ciudad es insegura y las comunicaciones suelen estar cortadas, lo que dificulta enormemente la circulación, la evaluación de las necesidades y la organización de suministros y apoyo. Nuestro personal también se ha visto desplazado por los combates, y algunos colegas también han perdido sus casas en los bombardeos, así que todo el mundo está intentando salir adelante”.
MSF está trasladando sus servicios de atención materna y neonatal del hospital del Sur al hospital de campaña de MSF en el campo de Zamzam, a 15 km de la ciudad. Incluso antes del cierre del hospital del Sur, cada vez menos mujeres podían acudir al hospital debido a los intensos combates en la zona.
La gente también huye de distintas partes de la ciudad en busca de seguridad, y los equipos de MSF han visto llegar a personas a Zamzam y más allá, a zonas como Sortoni y Rokero, en Jebel Marra.
“Nuestros equipos han visto grupos de personas en la carretera, huyendo de la ciudad y yendo hacia Zamzam”, dice Lacharité. “Todavía no tenemos una estimación clara de cuántas personas han abandonado El Fasher, pero parece que decenas de miles se han ido hacia Zamzam”.
En el campo de desplazados de Zamzam, donde se estima que ya residen unas 300.000 personas, MSF ha respondido a una catastrófica crisis de desnutrición, prestando atención a través de dos clínicas y un hospital de campaña. Los estudios nutricionales realizados en enero, y de nuevo en marzo y abril, revelaron tasas de desnutrición que duplicaban el umbral de emergencia entre los niños, con resultados similares entre las mujeres embarazadas y lactantes, lo que indica una crisis masiva y potencialmente mortal en el campo de Zamzam.
“En el caos actual creado por el conflicto, no podemos reevaluar los índices nutricionales del campo, evaluar las nuevas necesidades ni determinar el número de nuevas personas que llegan”, afirma Michel-Olivier Lacharité. “El conflicto ha afectado a nuestros equipos; algunos han evacuado y están trabajando a distancia, mientras que muchos de los que quedan también han sido desplazados. Están haciendo todo lo que pueden para mantener las actividades en marcha y abrir la nueva maternidad, al tiempo que garantizan su propia seguridad y necesidades. Esta situación hace muy difícil obtener información actualizada, pero dadas las tasas de desnutrición previas, el aumento de los desplazamientos de personas y las nuevas dificultades creadas por los intensos combates para acceder a los alimentos debido a los problemas de seguridad y las disrupciones del mercado, es probable que la situación sea alarmante. Sin duda se necesita una respuesta masiva a gran escala”, concluye.