Recién nacidos y cientos de pacientes, en peligro inminente
MSF alerta de que la falta de combustible en el Hospital Nasser y en otros centros amenaza la vida de cientos de pacientes en Gaza
8 de enero de 2025, Jerusalén.- El Hospital Nasser, el Hospital Al Aqsa y el Hospital Europeo de Gaza están a punto de cerrar por falta de combustible. Médicos Sin Fronteras (MSF) alerta de que esta situación amenaza la vida de cientos de pacientes, incluidos recién nacidos, que dependen de la electricidad para seguir con vida. Los equipos de MSF están transfiriendo combustible a los hospitales de Nasser y Al Aqsa, como solución provisional para las próximas 36 a 48 horas.
A partir de hoy 8 de enero, la electricidad del Hospital Nasser, apoyado por MSF, podría cortarse en algunos departamentos, dejando a la población sin atención vital. En la unidad de cuidados intensivos neonatales, MSF atiende actualmente a tres niños y cuatro recién nacidos con ventilación mecánica, así como a 15 recién nacidos en incubadoras, todos ellos dependientes de la electricidad suministrada por generadores alimentados por combustible.
MSF está alarmada por esta situación catastrófica, que podría tener consecuencias trágicas y graves, ya que es poco probable que la situación mejore. MSF pide a todas las partes que faciliten la entrada de combustible en Gaza y garanticen su suministro seguro a las instalaciones médicas. El desmantelamiento del sistema sanitario por el bloqueo israelí, que está poniendo en peligro la vida de la población, debe cesar de inmediato.
“Sin combustible, estos recién nacidos corren el riesgo de morir. Los bebés en incubadoras dependen de la electricidad constante para los respiradores que los mantienen con vida. Ya se encuentran en un estado extremadamente vulnerable, y cualquier traslado a otros hospitales pondría directamente en peligro sus vidas”, afirma Pascale Coissard, coordinadora de emergencias de MSF en Gaza. “Poner la vida de los niños en peligro de esta manera es inaceptable y es una consecuencia del actual bloqueo de Israel y del continuo saqueo criminal de suministros vitales”, añade.
El Hospital Nasser tiene capacidad para 500 camas, donde los equipos de MSF prestan atención de urgencias, maternidad, pediatría, quemados y traumatología. El suministro de oxígeno es una de las principales necesidades de combustible del hospital. Los equipos de MSF tratan una media de cien casos de neumonía al mes, algunos de los cuales necesitan oxígeno. Al mismo tiempo, nuestros equipos realizan más de un centenar cesáreas al mes, todas las cuales requieren un suministro constante de electricidad.
“Es una situación imposible, porque aunque prioricemos el poco combustible que queda a los departamentos más urgentes, sabemos que no durará más de 36 a 48 horas. Mientras algunos pacientes penden de un hilo, la falta de electricidad sostenida repercute en el nivel de atención que podemos prestar a los que sufren quemaduras y traumatismos”, advierte Julie Faucon, responsable del equipo médico de MSF en Gaza.
En diciembre de 2024, sólo pudieron entrar en Gaza una media de 92 camiones al día con suministros vitales, frente a los 500 camiones que entraban diariamente antes del 7 de octubre de 2023, según Naciones Unidas. MSF y otras organizaciones llevan más de un año advirtiendo de que el deplorable suministro insuficiente de ayuda está poniendo en peligro la vida de la población de Gaza. Ahora se ha llegado a un punto de inflexión en el que uno de los últimos hospitales especializados del sur de la Franja corre el riesgo de quedar fuera de servicio por falta de combustible.
Guillermo Algar
Fernando Calero
Silvia Fernández
Irene Cortés