Norte de Cisjordania: MSF insta a que se detenga inmediatamente el desplazamiento forzoso de palestinos y se aumente la respuesta humanitaria
Decenas de miles de desplazados viven en condiciones precarias, sin servicios esenciales ni atención médica

Jerusalén, 24 de marzo de 2025.- Médicos Sin Fronteras (MSF) advierte de que decenas de miles de desplazados en el norte de Cisjordania viven en condiciones precarias, sin servicios esenciales y sin acceso a la atención sanitaria. Tras el alto el fuego de enero de 2025 en Gaza, Israel lanzó la operación militar “Muro de hierro” en la Cisjordania ocupada, desplazando por la fuerza a miles de personas y dejándolas en una situación extremadamente complicada. MSF insta a Israel a que detenga inmediatamente el desplazamiento forzoso de palestinos en Cisjordania y pide que se aumente la respuesta humanitaria, así como que se tomen medidas para que esta llegue a quienes más la necesitan.
Traducción en español de los testimonios en vídeo
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“Esta escala de desplazamiento forzado y destrucción de los campos no se había visto en décadas. La gente no puede volver a sus casas porque las fuerzas israelíes han bloqueado el acceso a los campos, destruyendo viviendas e infraestructuras. Los campos de desplazados se han convertido en ruinas y polvo”, explica Brice de la Vingne, director de operaciones de MSF. “Israel debe poner fin a esta situación, y la respuesta humanitaria debe ampliarse”.
Desde que estalló la guerra en Gaza en octubre de 2023, las fuerzas israelíes han incrementado el uso de la violencia física extrema contra los palestinos en la Cisjordania ocupada, como puso de relieve MSF en su informe “Infligir daño y negar atención”. En total, en este último año y medio, 930 palestinos han muerto en Cisjordania debido a los ataques e incursiones israelíes, entre ellos 187 niños, según la Organización Mundial de la Salud. Además, el acceso a la atención sanitaria se ha visto gravemente obstaculizado, como confirman los equipos de MSF sobre el terreno, que han sido testigos del patrón sistemático de opresión de Israel sobre el personal sanitario y los pacientes. La situación se ha deteriorado aún más desde el alto el fuego en Gaza y la operación israelí “Muro de hierro”, que ha vaciado los tres principales campos de refugiados de Yenín, Tulkarem y Nur Shams, en el norte de Cisjordania, desplazando por la fuerza a más de 40.000 palestinos, según la OCHA.
“El ejército [israelí] asaltó nuestra casa y nos ordenó evacuarla. No nos permitieron llevarnos nada, ni siquiera la documentación. Lo único que recibimos fue la alerta: 'Fuera'”, explica Issam, de 55 años, paciente de MSF desplazado del campo de Nur Shams. “El desplazamiento es sufrimiento, una angustia silenciosa, un profundo dolor en el corazón para todos. Ves las lágrimas en los ojos de la gente, pero las contenemos”.
La cantidad y gravedad de problemas de salud mental que vemos es alarmante, con muchas personas sufriendo estrés, ansiedad y depresión debido a la naturaleza violenta e impredecible de las incursiones y los desplazamientos. “La gente no sabe qué ha pasado con sus casas y ha sufrido pérdidas inmensas. Para muchos, el hecho de vivir ha perdido el sentido”, dice Mohammad, de 30 años, educador de salud comunitaria de MSF.
“Los drones sobrevolaban las casas, ordenando a los residentes que salieran. Siempre habían destruido cosas, pero nunca había ocurrido nada parecido (a lo de estos últimos 15 meses)”, explica Abdel, residente del campo de Yenín.
Anteriormente, MSF ofrecía apoyo en los tres campos, pero tuvo que adaptar sus actividades debido a los riesgos de seguridad y al desplazamiento de las poblaciones. Los equipos de MSF gestionan ahora clínicas móviles diarias en Tulkarem y Yenín para prestar atención médica a los desplazados. Sus equipos tratan enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, que han empeorado por la falta de acceso a medicación; infecciones respiratorias y trastornos osteomusculares, entre otros. Los equipos de MSF también distribuyen kits de higiene y paquetes de alimentos para ayudar a quienes se vieron obligados a abandonar sus hogares sin recursos ni pertenencias. MSF suministra agua al Hospital Khalil Suleiman, el principal de Yenín, para paliar los frecuentes cortes de suministro debidos a los daños causados por las operaciones militares.
MSF sigue respondiendo a las necesidades urgentes, pero la magnitud de los desplazamientos y la escalada de la crisis humanitaria en medio de la inadecuada respuesta internacional suponen un inmenso reto, y las necesidades en Cisjordania no hacen más que empeorar.