Nigeria: la desnutrición en el estado de Katsina alcanza niveles “extremadamente críticos”
Un estudio de MSF alerta de la situación en tres áreas de la región, situada en el noroeste del país, donde han muerto más de 800 niños por desnutrición en lo que va de año
Abuja, 20 de diciembre de 2024. - Tres de cada diez niños en el estado de Katsina, en el noroeste de Nigeria, sufre desnutrición global aguda (GAM, por sus siglas en inglés). Así lo pone de manifiesto un estudio realizado por la organización médica y humanitaria Médicos Sin Fronteras, que alerta de la situación en la región y califica los niveles de desnutrición como “extremadamente críticos”.
La investigación, que se llevó a cabo en julio de este año a través de los datos médicos de 2.066 niños de las áreas de gobierno local (LGA) de Katsina, Jibia y Mashi, muestra que en algunos puntos de la región los niveles de desnutrición aguda global se han duplicado desde el año pasado, cuando la situación ya se consideraba de extrema gravedad. Además, las tasas de desnutrición aguda severa (SAM) —la forma más peligrosa de desnutrición— también se sitúan en niveles preocupantes y oscilan entre el 6,8% al 14,4%.
En términos generales, el estudio concluye que los habitantes de estas zonas se encuentran en el nivel extremadamente crítico de desnutrición según la clasificación de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), una herramienta que clasifica la gravedad de situaciones de seguridad alimentaria mediante una escala de cinco niveles.
"Los resultados de esta encuesta son aterradores", afirma el Dr. Raphael Kananga, coordinador médico de MSF. "Llevamos un par de años registrando unos indicadores cada vez más altos y alarmantes, y ahora estamos pasando de niveles críticos a extremadamente críticos. En Mashi, una de las tres LGA donde hemos llevado a cabo el estudio, el 14% de los niños estaban gravemente desnutridos, una prevalencia que solo podemos calificar de catastrófica. Necesitamos que las organizaciones aumenten sus esfuerzos, no que los disminuyan. De lo contrario, veremos morir a un número récord de niños", asevera.
Como consecuencia de esta situación, MSF, que gestiona cuatro centros de tratamiento terapéutico para niños desnutridos en el estado de Katsina, ha atendido este año a más niños y en estados más graves de desnutrición, lo que ha supuesto también un enorme aumento en el número de niños que han tenido que ser hospitalizados. En total, los equipos médicos de la organización en el estado de Katsina han atendido a más de 100.000 niños desnutridos desde enero hasta diciembre, lo que representa un aumento del 20% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Los ingresos hospitalarios han aumentado más de un 50% en comparación con 2022 y 2023, y más de 800 niños han muerto en lo que va de año en las instalaciones de MSF en Katsina debido a que su estado de salud era demasiado grave.
En estos últimos meses desde que se realizó el estudio, llevado a cabo por MSF en colaboración con Epicentre (la sección epidemiológica de MSF) y el Ministerio de Salud del estado de Katsina, la situación no ha mejorado y MSF ha observado un importante aumento de los ingresos por desnutrición en los hospitales y centros de salud.
A la gravedad de las cifras se le suma el hecho de que la ayuda destinada a esta región nunca ha sido suficiente para cubrir las necesidades de la población. Y ahora, cuando la situación es aún más alarmante, los fondos y recursos dedicados a dar respuesta a la crisis están reduciéndose progresivamente. MSF advierte de la necesidad urgente de dar un paso al frente y prestar un mayor apoyo para evitar que la situación siga empeorando en el próximo año 2025.
Previsiones muy preocupantes
Los resultados de este estudio, que se viene realizando anualmente desde 2022 en las mismas zonas y siguiendo la misma metodología, revelan un agravamiento de la situación nutricional en la región. En aquella primera encuesta, los niveles de GAM fueron del 22%. Ahora, superan el 30%. El estado nutricional de los niños de entre seis meses y cinco años se evaluó mediante una combinación de tres metodologías: circunferencia media del brazo (MUAC), edema bilateral con fóvea y puntuación z del peso para la estatura (WHZ).
Las previsiones de un mayor deterioro de la inseguridad alimentaria para un futuro próximo son también muy preocupantes. La inflación es actualmente muy alta en Nigeria, la devaluación de la moneda local continúa y los rendimientos agrícolas han disminuido fuertemente de nuevo este año. El coste de la vida está aumentando, la inseguridad sigue siendo preocupante en varias partes de la región y se prevé que los fenómenos climáticos extremos continúen, afectando al ganado y a los cultivos. Todos estos factores hacen que, si no se pone en marcha un apoyo adicional, MSF tema una catástrofe aún más mortífera en 2025. Sin embargo, a pesar del enorme aumento de la prevalencia de la desnutrición aguda global, por ejemplo, de más del 75% en la LGA de Jibia, una de las zonas estudiadas, el estado de Katsina, junto con el resto de la región noroeste, sigue sin estar incluida en el plan de respuesta humanitaria de la ONU para Nigeria.
A principios de este año 2024, MSF realizó un cribado masivo en varias zonas de Zamfara, otro estado del noreste de Nigeria, y detectó que el 27% de los niños sufría desnutrición global aguda. "Esta es una tendencia que estamos observando en todos nuestros centros de nutrición del norte de Nigeria. En total, los equipos médicos que trabajan en siete estados del norte de Nigeria han tratado a 294.000 niños con desnutrición entre enero y septiembre de este año. Esto supone un 43% más que el número de niños tratados en el mismo periodo en 2023", explica Kananga.
A pesar de ello, los recortes en la financiación global están reduciendo la capacidad de las organizaciones para responder y tratar a los niños con desnutrición. Las cantidades insuficientes de alimentos terapéuticos a nivel mundial han sido un reto durante el último año y siguen empeorando. En algunas zonas, como Zamfara, los suministros disponibles son muy limitados desde marzo. UNICEF ha lanzado recientemente un llamamiento mundial ante el temor de que casi dos millones de niños de 12 países corran peligro de muerte debido a esta escasez.
"No hemos dejado de dar la voz de alarma sobre la creciente crisis de desnutrición en el norte de Nigeria, y los resultados de los últimos estudios confirman nuestros peores temores: las condiciones no han mejorado, sino que se han deteriorado significativamente. Este año, nuestros equipos en localidades como Kebbi, Zamfara, Katsina y Maiduguri se han visto desbordados por un número sin precedentes de niños desnutridos que requieren atención urgente. Hemos utilizado todos los recursos disponibles, desde tiendas de campaña donde colocar colchones extra en los momentos de mayor congestión hospitalaria, pero la afluencia de pacientes que llegan a nuestros hospitales ha sido muchas veces desbordante. Sin una acción significativa e inmediata, me temo que la situación podría empeorar drásticamente el año que viene. Reconocemos los recientes y actuales esfuerzos que ha llevado a cabo el Ministerio Federal de Sanidad y Bienestar Social para hacer frente a la desnutrición, pero es necesario que se den muchos más pasos al frente. Si todas las partes interesadas aumentan la financiación y garantizan un suministro fiable de alimentos terapéuticos, hay esperanzas de que podamos salvar la vida de muchos niños el año que viene", afirma el doctor Simba Tirima, representante de MSF en Nigeria.
Respuesta de MSF a la crisis humanitaria en Nigeria
MSF lleva a cabo proyectos nutricionales en siete estados de Nigeria: Borno, Bauchi, Katsina, Kano, Sokoto, Zamfara y Kebbi. La organización cuenta en estos estados con 10 centros de hospitalización, incluidos los de Maiduguri y la ciudad de Katsina, y más de 30 centros de alimentación ambulatoria para tratar a niños con desnutrición moderada y severa que no necesitan ser ingresados en el hospital.
Ivan M. García
Irene Cortés