Nigeria: catastrófica crisis de desnutrición en el estado de Zamfara
Uno de cada cuatro niños en Shinkafi y Zurmi está desnutrido, según los resultados de un cribado llevado a cabo en estas dos áreas de Zamfara, en el noroeste de Nigeria
Abuja, 9 de septiembre de 2024.- Uno de cada cuatro niños menores de 5 años está desnutrido en las áreas de Shinkafi y Zurmi, en el estado nigeriano de Zamfara, según un cribado masivo realizado en junio por Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Ministerio de Salud. De los 97.149 niños examinados en 21 localidades urbanas y rurales, el 27% sufría desnutrición aguda, y el 5% desnutrición aguda grave.
Estas preocupantes cifras superan con creces el umbral de “nivel crítico” establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación con la prevalencia de la desnutrición. MSF insta a las autoridades sanitarias, las organizaciones internacionales y los donantes a intensificar inmediatamente sus esfuerzos para hacer frente a la creciente crisis de desnutrición en el estado de Zamfara, así como en todo el noroeste de Nigeria, una región que aún no está incluida en el Plan de Respuesta Humanitaria de Naciones Unidas.
El cribado masivo realizado en junio en las áreas de Shinkafi y Zurmi reveló además que alrededor del 22% de los niños cribados están moderadamente desnutridos. En la actualidad, los suministros nutricionales esenciales para tratar a estos niños, también conocidos como alimentos terapéuticos listos para tomar (RUTF, por sus siglas en inglés), no están disponibles, ya que UNICEF interrumpió sus suministros a principios de año. Esta actual falta de respuesta humanitaria para tratar a los que están moderadamente desnutridos en el noroeste de Nigeria pone en peligro la vida de estos niños que, sin atención inmediata, progresarán a una desnutrición aguda grave que amenaza su supervivencia y compromete su salud a largo plazo.
“Los resultados del cribado de Shinkafi y Zurmi son alarmantes, y revelan una catastrófica crisis de desnutrición en todo el noroeste de Nigeria”, declara Abdullahi Mohammad, representante de MSF en Nigeria. “La respuesta a este desastre abrumador es totalmente insuficiente. Con unas tasas de desnutrición que se disparan por encima de niveles críticos y sin tratamiento inmediato disponible para la desnutrición aguda moderada fuera de las instalaciones de MSF, estamos dejando que más niños caigan en condiciones potencialmente mortales. Es crucial que nos aseguremos de que todos los niños reciben la atención médica que necesitan desesperadamente”.
MSF gestiona actualmente cuatro centros de hospitalización y 17 ambulatorios en Shinkafi, Zurmi, Gummi y Talata Mafara, en Zamfara, un estado gravemente afectado por la desnutrición. En los cuatro centros, los equipos de MSF han tratado a más de 7.000 niños entre enero y julio de 2024. Estas cifras de ingresos son un 34% superiores a las del mismo periodo de 2023. En Shinkafi y Zurmi, donde MSF realizó el reciente cribado de desnutrición, el aumento de ingresos es un 50% superior al del mismo periodo del año pasado. En el centro médico de Gummi, los ingresos en julio de 2024 fueron casi el doble que en el mismo mes del año anterior.
Junto con el significativo aumento de ingresos por desnutrición, los equipos de MSF atienden a un elevado número de niños con enfermedades prevenibles mediante vacunación, como el sarampión. En Zamfara, han tratado al menos 5.700 casos de sarampión en lo que va de año. Las enfermedades infecciosas como el sarampión, la malaria y la diarrea acuosa aguda comprometen gravemente el estado nutricional de los niños. A su vez, la desnutrición los hace mucho más susceptibles a estas enfermedades, con un mayor riesgo de muerte.
“Cuando traje a mi hijo al hospital por primera vez, no sabía si sobreviviría”, dice Hafsat Lawal, una madre cuyo hijo recibe tratamiento contra la desnutrición en un centro de MSF en Zamfara. “En casa, debido a la inseguridad, no tenemos comida. Los precios de los alimentos han subido más del doble. Si tuviéramos dinero, habríamos comprado algunos cereales, pero no podemos”.
Las comunidades se enfrentan a altos niveles de violencia en Zamfara y han dicho a los equipos de MSF que tienen miedo de moverse por el estado, corriendo enormes riesgos para llegar a los centros de salud que funcionan. Las autoridades sanitarias estiman que en 2023 sólo se podía acceder a unos 200 de los 700 centros de salud de Zamfara, y el resto no funcionaban. Una de las razones es que el personal sanitario tiene dificultades para llegar a ellos.
A pesar de la actual crisis humanitaria y de enfrentarse a altos niveles de inseguridad, las comunidades del noroeste llevan mucho tiempo excluidas de la respuesta humanitaria coordinada. Es esencial que las autoridades sanitarias de esta zona, junto con las organizaciones internacionales y los donantes, amplíen urgentemente su respuesta. Se necesita una ampliación inmediata de las instalaciones sanitarias para tratar a los niños desnutridos, con el fin de garantizar que más hospitales puedan ofrecer el tipo de atención hospitalaria que se necesita desesperadamente para salvar vidas. Además, UNICEF, como principal proveedor de RUTF, debe garantizar el suministro constante y suficiente de estos alimentos terapéuticos esenciales para evitar que más niños sean víctimas de esta crisis.