Níger: MSF denuncia el abandono de miles de migrantes en Assamaka
Más de 3.500 personas a las que no se les ha facilitado refugio ni protección se han instalado en la más absoluta precariedad en el patio, en la azotea y en otras áreas de un centro de salud al que MSF presta apoyo
Niamey, 16 de marzo de 2023.- Miles de migrantes deportados de Argelia y abandonados en el desierto del norte de Níger se encuentran varados en Assamaka sin acceso a refugio ni atención sanitaria, sin recibir protección alguna y sin que nadie se ocupe de cubrir sus necesidades más básicas, ha denunciado hoy la organización médico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF).
Entre el 11 de enero y el 3 de marzo de 2023, 4.677 migrantes llegaron a pie a Assamaka ─una localidad de la región de Agadez, en el norte de Níger─ tras ser deportados de Argelia y quedar varados en el desierto. Pero menos del 15% pudieron acceder a refugio o protección a su llegada. MSF pide a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) que les proporcione protección inmediata.
El Centro de Salud Integrado (CSI) de Assamaka, apoyado por MSF, está desbordado, puesto que son miles las personas que han acudido a este lugar buscando un lugar seguro en el que poder quedarse. “La situación es preocupante”, afirma Schemssa Kimana, coordinadora de MSF en Agadez. “El centro de salud que apoyamos en Assamaka está desbordado. El centro de tránsito está lleno y eso ha provocado que la mayoría de las personas que han llegado recientemente a Assamaka se hayan instalado allí”.
Según Kimana, hay gente durmiendo en todos los rincones de las instalaciones. Algunos han instalado refugios improvisados en la entrada o en el patio. Otros acampan frente a la maternidad, en la azotea del edificio o en la zona de residuos. Según el personal de MSF, no existen precedentes de una situación tan complicada en Assamaka.
Las temperaturas en esta localidad pueden alcanzar los 48 grados centígrados, por lo que la gente busca refugio del calor donde sea. Esto ha llevado a la gente a dormir en zonas muy poco higiénicas, como los basureros, lo que puede exponerlos a riesgos sanitarios como enfermedades contagiosas e infecciones cutáneas. “La situación se ha convertido en una emergencia ante la que hay que tomar medidas de forma inmediata. Es insostenible que nadie siga viviendo en estas condiciones”, afirma Kimana.
“Se trata de una situación sin precedentes que requiere una respuesta humanitaria urgente por parte de la CEDEAO y de sus estados miembros, de donde procede la mayoría de estas personas”, declaró Jamal Mrrouch, coordinador general de MSF en Níger. “Como organización médico-humanitaria, es nuestro deber poner de relieve la flagrante falta de asistencia a los hombres, mujeres, niños y niñas migrantes que han sido abandonados a su suerte, en condiciones terriblemente precarias, en el desierto de Assamaka. Los riesgos que esta situación entraña para su salud y su seguridad son evidentes”.
“Estamos preocupados porque nadie nos da una respuesta sobre cuándo volveremos a nuestro país de origen”, explica un migrante camerunés a los equipos de MSF. “No sabemos cuándo saldremos de Assamaka. Es como estar en una cárcel al aire libre. Lo poco que recibimos para comer está muy mal preparado y tiene más arena que alimentos. Nos sienta mal y nos provoca diarrea y dolores de estómago. Las raciones son ridículas. Vivimos en los cobertizos del centro de salud, que se construyeron para los pacientes durante el COVID. Durante la noche, la policía patrulla el pueblo para atrapar a quien esté desperdigado por allí y enviarle de vuelta al centro de salud”.
MSF trabaja en la región de Agadez desde 2017. Sus equipos distribuyen artículos de primera necesidad y prestan apoyo al Centro de Salud Integrado (CSI) para que pueda ofrecer consultas gratuitas de atención primaria y haga derivación de casos críticos a la ciudad de Agadez, que está a varios cientos de kilómetros de Assamaka. También ofrece apoyo logístico al centro.
Silvia Fernández
Fernando Calero