Naufragio Roccella Ionica: “Sigue la inacción y el silencio gubernamental casi un año y medio después de Cutro”
Testimonios de las familias de las víctimas recogidos por los equipos de MSF en el sur de Italia
Rocella Ionica (sur de Italia), 28 de junio de 2024.- Un anillo, un lunar, una cicatriz: los familiares de las víctimas del naufragio llegados de distintos países europeos a Roccella Ionica se fijan en cada detalle para reconocer a sus seres queridos. Buscan cualquier información para encontrar a un hermano, un primo o una sobrina entre los cuerpos ahora irreconocibles recuperados del mar. Un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF), formado por un psicólogo y varios mediadores interculturales, les han ayudado durante el reconocimiento de los cadáveres.
Entre ellos estaba M., que primero inspeccionó el mar desde un helicóptero y luego con un barco pagado a sus expensas para encontrar a sus hermanos. “Estoy dispuesta a gastar cualquier cantidad de dinero para encontrar sus cuerpos. Uno de ellos tenía señales de las torturas sufridas en Irán, varias cicatrices en el cuerpo, pero no está entre los cuerpos recuperados”, dijo M. a los equipos de MSF tras viajar desde Suecia.
“Cuando era soldado vi cientos de muertos. Pero es desgarrador no reconocer a mi primo ni a su familia entre estas fotos”. A., iraquí, viajó desde Londres y miró una a una las fotos de los cadáveres recuperados buscando a su primo y a su mujer -embarazada de 9 meses- y a sus hijas de 9 y 12 años. “Mi prima vendió sus pendientes en Turquía para reunir el dinero con el que pagaron el viaje de la muerte. Mi tía me dijo: ‘Tráeme al menos parte del cuerpo de mi hijo, tenemos que enterrarlo’”.
Casi un año y medio después del naufragio del Cutro, los llamamientos a una acción seria y concreta siguen cayendo en saco roto y los gritos de dolor se amplifican ante el silencio institucional. Desde entonces, no se ha tomado ninguna iniciativa concreta, más allá de políticas disuasorias y acuerdos con terceros países destinados a frenar las salidas que siguen provocando tragedias en el mar.
Además del primer decreto-ley de 2023 que puso en marcha medidas cada vez más estrictas para reducir la capacidad de las ONG activas en el Mediterráneo para estar presentes en el mar y llevar a cabo rescates, el decreto Cutro, redactado a raíz de la masacre, no aborda las causas reales que obligan a las personas a realizar viajes cada vez más peligrosos en ausencia de rutas legales y seguras, sino que reduce la posibilidad de protección, amenaza con la detención a quienes sobrevivan, reduce los derechos de los solicitantes de asilo, introduce nuevas medidas de inadmisibilidad, facilita las expulsiones, aumenta los procedimientos fronterizos acelerados y expone a miles de migrantes a la irregularidad. Medidas que tienen el claro objetivo de disuadir e impedir los desembarcos en las costas italianas, aunque el precio a pagar sea la vida de las personas. El reciente acuerdo entre Italia y Albania va exactamente en esta dirección.
“Las historias de estas personas muestran cómo la falta de vías legales y seguras son la causa directa de sus muertes”, afirma Monica Minardi, presidenta de MSF Italia. “El Gobierno italiano y los países europeos deben hacer algo para evitar más tragedias y las instituciones deben actuar para proteger a las personas respetando la dignidad de quienes han muerto en el mar por la inacción de los propios Gobiernos. Estas políticas inhumanas destruyen familias enteras y los responsables políticos lo pasan por alto en silencio”.
Tras este nuevo naufragio frente a las costas italianas, MSF exige que se respete la dignidad de los supervivientes, los fallecidos y las familias de las víctimas, y que el Gobierno italiano asuma los gastos de repatriación de los cadáveres y organice un acto de conmemoración para las víctimas del naufragio. También es necesaria una mayor coordinación y organización para la gestión de emergencias similares y, por último, respuestas, acciones y responsabilidades por parte de las instituciones italianas y europeas para evitar nuevas muertes en el mar, en primer lugar, restableciendo un sistema eficaz de búsqueda y rescate en el Mediterráneo.
Silvia Fernández