MSF reanuda las operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central
El Oyvon, que operaba como barco ambulancia en Noruega, ha sido adaptado y equipado en Valencia para realizar salvamentos en una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo
Licata, Sicilia, 12 de noviembre de 2025.– Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado hoy la reanudación de sus actividades de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central, casi un año después de verse obligada a poner fin a las operaciones con su último barco, el Geo Barents.
- Vídeocomunicado con declaraciones en español de Fulvia Conte, responsable del equipo de rescate, e imágenes de las labores de reacondicionamiento del barco en Valencia
- Audio en español de Riccardo Gatti, responsable de los equipos de búsqueda y rescate
- Videocomunicado del Oyvon en Sicilia con imágenes de recurso
- Fotografías del barco
El navío, cuyo nombre significa “esperanza para la isla” en noruego, ha sido adaptado y equipado en Valencia para llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate en una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo. El Oyvon operaba anteriormente como barco ambulancia en Noruega.
“Como organización médica y humanitaria, nuestro compromiso de estar presentes en el mar y apoyar a las personas que se desplazan es inquebrantable”, afirma Juan Matías Gil, representante del proyecto de búsqueda y rescate de MSF. “Hemos vuelto para cumplir con nuestro deber de rescatar a quienes se encuentran en peligro en el mar, obligados a emprender travesías en embarcaciones no aptas para la navegación, después de haber soportado condiciones deplorables e inhumanas, detenciones, abusos y extorsiones en Libia", añade Juan Matías.
Políticas restrictivas contra los rescates en el mar
MSF se vio obligada a suspender las actividades de rescate del Geo Barents en diciembre de 2024, tras más de dos años operando bajo las restrictivas leyes y políticas italianas. En concreto: el Decreto Piantedosi y la práctica de asignar puertos distantes. Estas normas restrictivas hicieron inviable el funcionamiento del Geo Barents. A pesar de su capacidad para transportar hasta 700 personas, estas políticas no permiten realizar más de un rescate. Así que el Geo Barents se veía obligado a regresar a puerto con un pasaje que, por lo general, tan solo rondaba los 50 supervivientes. Además, las autoridades italianas asignaban al barco repetidamente puertos muy lejanos, provocando travesías cada vez más largas que agravaban el sufrimiento y las condiciones de los supervivientes.
El resultado de estas políticas es que la capacidad de los buques de búsqueda y rescate para proporcionar asistencia de salvamento se vio gravemente limitada como puso de manifiesto MSF en su reciente informe ‘Maniobras mortales: obstrucción y violencia en el Mediterráneo central'.
“La decisión de MSF de operar un barco más pequeño y rápido es una respuesta estratégica a las leyes y prácticas restrictivas y obstructivas impuestas por el Gobierno italiano, que se dirigen específicamente a los barcos de rescate humanitario”, añade Gil.

Con su regreso al Mediterráneo central, MSF también pretende informar y documentar las experiencias de las personas que huyen de Libia y recopilar sus testimonios sobre las violentas interceptaciones en el mar a manos de la Guardia Costera libia y otros actores, así como sobre su devolución forzosa a Libia, reconocida como una violación del derecho marítimo internacional, los derechos humanos y el derecho de los refugiados por los tribunales italianos y los organismos de las Naciones Unidas.
En los últimos meses se ha producido un aumento de los ataques violentos en aguas internacionales por parte de la Guardia Costera libia y otros grupos armados contra las personas que cruzan el Mediterráneo, así como contra los buques de rescate humanitario.
La tripulación de MSF a bordo incluye un médico y una enfermera para proporcionar atención médica en situaciones que ponen en peligro la vida y tratar a las personas por hipotermia, inhalación de combustible, quemaduras por combustible, así como por las heridas que puedan haber sufrido en el ciclo de abusos y detenciones en Libia.
El Oyvon enarbola pabellón alemán. Tiene una eslora de 20 metros, cuenta con dos cubiertas para acoger a las personas rescatadas y está equipado con una lancha semirrígida para las operaciones de salvamento. El equipo a bordo está formado por 10 personas.
Información de contexto
El Mediterráneo central sigue siendo una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo, según la OIM (Organización Internacional para las Migraciones). Al menos 25.630 hombres, mujeres y niños han muerto o desaparecido en este tramo del mar desde 2014, incluidos 1.810 en 2024 y más de 1.000 en 2025. El año pasado fue el segundo más mortífero desde 2017 con al menos cinco muertes al día a pesar del descenso en las salidas.
MSF lleva desde 2015 participando activamente en actividades de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central. En este periodo ha trabajado en nueve embarcaciones de rescate diferentes (en solitario o en colaboración con otras ONG) y rescatado a más de 94.200 personas.
En enero de 2023, el Decreto Piantedosi (Decreto Ley 1/2023) introdujo en Italia un nuevo conjunto de normas, aplicables exclusivamente a los buques de rescate civiles, y una serie de sanciones por incumplimiento, que van desde 10 a 20 días de detención en puerto hasta la confiscación del buque.
Desde la aplicación del punitivo Decreto Piantedosi, el Geo Barents fue sancionado en cuatro ocasiones, lo que supone un total de 160 días de detención impuesta. Entre diciembre de 2022 y diciembre de 2024, las medidas obstructivas también obligaron al Geo Barents a recorrer 64.966 kilómetros adicionales y a pasar 163 días más en el mar para llegar a puertos lejanos del norte de Italia para el desembarco de los supervivientes tras el rescate, en lugar de a puertos más cercanos del sur.
Guillermo Algar