MSF muestra su consternación ante las conclusiones de la investigación del ataque a una de sus instalaciones en Yemen
La coalición de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos bombardeó el pasado junio un centro de tratamiento de cólera que la organización coordinaba en la localidad de Abs
Médicos Sin Fronteras (MSF) expresa su indignación por varias de las conclusiones del equipo designado por la coalición de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos para investigar el bombardeo de un centro de tratamiento del cólera de la organización en Abs (Yemen) el pasado 11 de junio de 2018. MSF exige que se revisen las resoluciones de la investigación y se retiren las alegaciones falsas contra la organización.
En una rueda de prensa celebrada sin anuncio previo el 16 de enero de 2019, el Joint Incidents Assessment Team (JIAT) -la plataforma interna de la coalición para investigar este tipo de hechos- sostuvo varias afirmaciones inaceptables y contradictorias que presentan a MSF como responsable y no como víctima del bombardeo.
Si bien el informe reconoce que la coalición de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos fue en parte responsable del bombardeo, el documento no es claro - y no atribuye responsabilidades- sobre lo que constituyó nuevo ataque al trabajo humanitario y médico en Yemen. En su lugar, el informe trata de presentar a MSF como responsable del mismo y no a la coalición, alegando que la organización no tomó las medidas adecuadas para evitar el bombardeo.
MSF compartió su ubicación una docena de veces con la coalición
El informe afirma, por ejemplo, que el centro de tratamiento de cólera no estaba identificado con el emblema de la organización y que tampoco desde MSF se había solicitado que fuera incluido en un listado específico para evitar su bombardeo. Sin embargo, lo cierto es que el recinto donde se encontraba el centro de tratamiento de cólera tenía visibles tres logotipos distintivos. Además, MSF compartió su ubicación al menos 12 veces por escrito con las correspondientes autoridades de la coalición.
“Según el Derecho Internacional Humanitario, las instalaciones médicas están protegidas y, aunque no estén señalizadas o se emplacen en ubicaciones geográficas que no se hayan compartido con las partes en conflicto, nunca pueden ser legalmente un objetivo de estas. La responsabilidad de tomar proactivamente todas las medidas necesarias para asegurar que las instalaciones protegidas no son atacadas es exclusiva de los actores armados del conflicto", afirma Teresa Sancristoval, directora de Operaciones de MSF. "La responsabilidad no puede estar en los civiles ni en el personal médico".
Si bien ningún paciente ni trabajador de MSF murió en el ataque, el centro de tratamiento de cólera quedó inoperativo por los daños sufridos y sin la posibilidad de recibir pacientes en esta área donde viven más de un millón de personas.
Las instalaciones de MSF han sido alcanzadas por ataques aéreos de la coalición de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos en cinco ocasiones desde marzo de 2015. Con solo la mitad de las instalaciones de salud en Yemen en pleno funcionamiento, el acceso a los centros médicos de MSF es crucial para los más de 11 millones de personas en necesidad aguda, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), a lo que se suma el riesgo de brotes de cólera y de otras enfermedades fácilmente prevenibles.