MSF: “El Pacto se traducirá en más personas atrapadas y privadas de seguridad y protección en la UE y en sus fronteras”

Madrid, 10 de abril de 2024.- Los eurodiputados han votado a favor de un Pacto Migratorio que aumenta la violencia y el sufrimiento de las personas que buscan seguridad en las fronteras de la UE, criminaliza a las ONG y externaliza la gestión de las fronteras a países inseguros. Para Médicos Sin Fronteras (MSF), el Pacto está siendo vendido por la UE como una solución a la mal denominada "crisis migratoria" de Europa, pero no lo es. Se trata de una abolición del derecho a solicitar asilo en la UE y tendrá consecuencias catastróficas para las vidas de las personas que buscan seguridad y protección en Europa.

El Pacto avala los rechazos en frontera, obstaculiza el acceso al asilo y criminaliza injustamente a las personas migrantes y refugiadas.

Descarga de declaraciones en audio de Raquel González, coordinadora de MSF España

"Hoy, el Parlamento de la UE ha optado por una política excluyente centrada en la disuasión y la violencia en lugar de priorizar la dignidad y la seguridad de las personas, a pesar de las repetidas advertencias sobre los costes humanos de Médicos Sin Fronteras y otras numerosas organizaciones. Con la aplicación del Pacto sobre Migración, podemos anticipar las inevitables repercusiones médicas y humanitarias de un mayor número de personas atrapadas, obstaculizadas, detenidas y privadas de seguridad y protección en toda Europa, tanto en el mar como en países no pertenecientes a la UE”, subraya Raquel González, coordinadora de MSF España.

“Como consecuencia de ello —continúa Raquel González—, el Pacto sobre Migración condonará en la práctica los abusos y hará la vista gorda ante el sufrimiento de quienes buscan protección, con unos procedimientos fronterizos que restringen el derecho a asistencia jurídica, por lo que hay un mayor riesgo de devolución ilegal y de vulneración del interés superior de los menores. Esta cruda realidad pone de relieve las consecuencias de las políticas migratorias. El Pacto es una receta para el desastre”.

El Pacto no garantiza la protección de las personas que llegan a la UE, sino que institucionaliza las prácticas más brutales y represivas; y consolida una década de políticas migratorias restrictivas y deshumanizadoras.

Entre las medidas que incluye el Pacto se encuentra el procedimiento de screening, un cribado inspirado en el nocivo modelo de centro de identificación y registro (los llamados hotspots) en las islas griegas y en Italia, que en realidad significará la privación masiva de libertad de todas las personas que llegan a las fronteras de Europa, durante 7 días, para llevar a cabo controles de identidad y seguridad, y después ser dirigidos hacia un procedimiento de asilo o un procedimiento de retorno.

Este procedimiento supondrá la detención masiva de personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas, aumentará el riesgo de perfilación étnica y discriminación racial; y creará una "ficción de no entrada": aunque físicamente estén dentro de la UE, estas personas serán consideradas como si no hubieran entrado en el territorio.

Además, es muy probable que los Estados miembros no respeten el límite de tiempo de 7 días, prolongando el período de detención, como es el caso actualmente.

Asimismo, MSF muestra su preocupación por las consecuencias que tendrá también el nuevo reglamento de crisis que incluye numerosas derogaciones en tres tipos de situaciones: crisis, casos de fuerza mayor e instrumentalización, concepto que pasa a ser incluido en la legislación europea y que pervierte la acción humanitaria que salva vidas al incluir de forma vaga "acciones de actores no estatales hostiles" destinadas a "desestabilizar la Unión". En la práctica, este reglamento podría ser utilizado para acosar y criminalizar a las ONG y organizaciones humanitarias, especialmente en el ámbito de la asistencia y el rescate en el mar y en las fronteras. En el caso de las personas refugiadas y solicitantes de asilo, el Pacto abre la puerta a que la consideración de que una "amenaza para la seguridad" justifique la exclusión de la protección internacional.

Mientras la Comisión Europea elabora las directrices sobre cómo los Estados deben implementar el Pacto a nivel nacional, Médicos Sin Fronteras recuerda al Gobierno español su compromiso humanitario. "Pedimos al Gobierno de España que prevalezca el principio de humanidad y respete la dignidad y protección de las personas que llegan a España y Europa en busca de seguridad y refugio", añade Raquel González.

Años de políticas migratorias nocivas
​Durante años, los equipos de MSF han denunciado las consecuencias de la devolución de personas a Libia. Sin embargo, este Pacto promueve la misma lógica, al impulsar la firma de acuerdos de cooperación con terceros países considerados "seguros". Esto en la práctica significa enviar a las personas de vuelta a otros países donde corren el riesgo de sufrir violencia, tortura y encarcelamiento arbitrario, antes de que siquiera hayan registrado su solicitud de protección. Los acuerdos con países inseguros inmovilizarán a las personas en lugares donde sus vidas, salud y seguridad están amenazadas.

MSF lleva años proporcionando pruebas de las nocivas políticas de migración de la UE, políticas que ahora se afianzan en este Pacto Migratorio. MSF ha evidenciado las consecuencias reales de estas políticas en la salud, el bienestar y la dignidad de las personas, desde Libia y el Mediterráneo Central hasta las fronteras de Polonia, Hungría y Grecia. El último ejemplo, el informe de MSF ‘Muerte, desesperación y desamparo: el coste humano de las políticas migratorias de la UE'.

MSF reclama una Europa que priorice la acogida y la protección, asegurando la asistencia médica, acabe con la violencia en las fronteras, establezca un mecanismo de búsqueda y rescate proactivo, no criminalice a las personas que buscan refugio y garantice vías legales y seguras