MSF: El hospital Nasser debe ser protegido
Los últimos hospitales de referencia del centro y sur de Gaza pugnan por mantener la atención en medio de un julio mortífero
Jerusalén / Madrid, 30 de julio - En Jan Yunis, al sur de Gaza, los combates se acercan cada vez más al hospital Nasser, poniéndolo en peligro y comprometiendo el acceso de la población a la atención médica. Sólo en julio, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) de los hospitales de Nasser y Al Aqsa han atendido diez afluencias masivas de heridos graves tras los bombardeos en la zona. MSF hace un llamamiento urgente a todas las partes beligerantes para que garanticen el acceso seguro de la población a la atención médica y eviten la evacuación del hospital Nasser, lo que pondría en peligro a cientos de pacientes.
“Cualquier escalada de los combates cerca del hospital obstruirá el acceso de pacientes y personal médico, imposibilitando la atención”, alerta Jacob Granger, coordinador de proyectos de MSF en Gaza. “El sistema sanitario está completamente diezmado y evacuar a cientos de pacientes y el material médico, precipitadamente o no, sería una tarea imposible. [El cierre del Nasser] tendría consecuencias devastadoras para la población de la zona, que no tiene a dónde ir. Cerrar el hospital Nasser no es una opción”, recalca Granger.
El hospital Nasser atiende a unos 550 pacientes, entre ellos personas con quemaduras graves y lesiones traumáticas, recién nacidos y mujeres embarazadas. Los pacientes ingresados actualmente en el hospital necesitan un tratamiento vital continuo, incluidos quienes requieren un alto nivel de cuidados, oxigenoterapia o una estrecha vigilancia. Como último hospital principal del sur de Gaza, el hospital Nasser también proporciona apoyo esencial, incluida la producción de oxígeno, a varios otros centros sanitarios de los alrededores.
La aproximación de los combates al hospital Nasser se produce cuando los equipos de MSF en el propio Nasser y en el hospital Al-Aqsa se han visto desbordados por la llegada de un número masivo de pacientes heridos mismo tiempo. Sólo en julio, esto ha ocurrido en diez ocasiones, tras ataques y combates, a menudo en zonas donde se refugian las personas desplazadas.
“Cada día de julio ha sido una conmoción tras otra”, afirma el Dr. Javid Abdelmoneim, responsable del equipo médico de MSF. "[El 24 de julio] descorrí una cortina y allí había una niña sola, muriéndose sola. Y ese es el resultado de un sistema sanitario colapsado: una niña de ocho años muriendo sola en una camilla de urgencias. En un sistema sanitario que funcionara se habría salvado”, sentencia Abdelmoneim.
Según el Ministerio de Sanidad, los niveles del banco de sangre del hospital Nasser son críticamente bajos tras cinco oleadas sucesivas de pacientes, con cerca de 180 muertos y 600 heridos. Una de cada diez personas que se ofrecieron voluntarias para donar sangre durante una actividad de recogida de sangre organizada por el Ministerio de Salud y apoyada por MSF, no eran aptas para donar debido a anemia o desnutrición. En el hospital de Al Aqsa, el servicio de urgencias no ha podido funcionar correctamente porque está desbordado de pacientes. Antes de la guerra, el hospital Al Aqsa tenía unas 220 camas para pacientes. Actualmente, el centro tiene entre 550 y 600 pacientes ingresados.
“El hospital de Al Aqsa ya supera en varios cientos de pacientes su capacidad de camas ―explica Alice Worsley, responsable de actividades de enfermería de MSF―. El exceso de capacidad se produce tras recibir pacientes de un ataque israelí a la escuela de Khadija, en Deir al Balah, el pasado 27 de julio. La situación era desesperada: incluso la respuesta más especializada no siempre puede salvar vidas sin suficientes suministros, camas y personal médico”.
Los días 22 y 27 de julio, las fuerzas israelíes emitieron dos órdenes de evacuación en Jan Yunis, lo que provocó otro desplazamiento masivo y redujo aún más el espacio al que puede acudir la población. Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), del 22 al 25 de julio, aproximadamente 190.000 personas fueron desplazadas en Jan Yunis y Deir al Balah. Desde el comienzo de la guerra, se ha aconsejado a unos 1,7 millones de personas que se desplacen a una zona de 48 km2, que representa el 13% de la Franja de Gaza, según la Organización Mundial de la Salud.
Aunque las denominadas zonas humanitarias han demostrado ser inseguras en Gaza, la existencia de tales zonas no exime a las partes beligerantes de su obligación de proteger a los civiles, estén donde estén. En estos casi diez meses ha quedado patente que ningún lugar de Gaza es seguro.
MSF pide a todas las partes que garanticen un acceso seguro a la atención sanitaria y eviten la evacuación del hospital Nasser, que pondría en peligro a cientos de pacientes.
Los equipos de MSF en el hospital de Nasser prestan servicios de cirugía ortopédica, traumatología y quemaduras, así como apoyo a los departamentos de maternidad y pediatría y a una unidad de cuidados intensivos neonatales. En julio, los equipos de MSF en el hospital de Nasser, al sur de Gaza, respondieron a la afluencia masiva de heridos los días 1, 13, 16, 17 y 22.
Los equipos de MSF en el hospital de Al Aqsa prestan atención de rehabilitación, cirugía traumatológica, atención avanzada de heridas y postoperatoria, fisioterapia y apoyo en salud mental. En julio, los equipos de MSF en el hospital de Al Aqsa, en el centro de Gaza, respondieron a la afluencia masiva de heridos los días 9, 13, 14, 16 y 27.
Guillermo Algar