MSF denuncia la falta de protección que sufre la población civil en la República Centroafricana
Un informe de la organización médica denuncia la ineficacia de la misión de paz de Naciones en la RCA tras los ataques a civiles que tuvieron lugar en noviembre de 2018 en la localidad de Batangafo.

Bangui, República Centroafricana, 20 de febrero de 2019. A lo largo de los últimos meses, los civiles han sufrido una serie de cruentos ataques de grupos armados en poblaciones como Batangafo, Alindao e Ippy, donde Médicos Sin Fronteras ha asistido a miles de víctimas de la violencia.
Como consecuencia de uno de estos ataques, el que tuvo lugar en noviembre de 2018 en la localidad de Batangafo, MSF inició una investigación para esclarecer las razones por las que la población civil quedó desprotegida y expuesta a la violencia. Los resultados de dicho trabajo, que no deja en muy buen lugar a la misión de paz de la ONU en la RCA (MINUSCA), han sido dados a conocer en el informe que la organización médica ha presentado hoy en Bangui, la capital del país.
A lo largo de aquellos días, 15 personas murieron y 29 resultaron heridas en Batangafo. Muchas casas fueron incendiadas y destruidas y más de 20.000 personas tuvieron que huir de los campos de desplazados. Además, algunos de los servicios del hospital de MSF, que lleva en funcionamiento desde el año 2007, tuvieron que interrumpirse después de que más de 10.000 personas buscasen refugio en el recinto.
El informe que la organización médica ha titulado ‘Sin protección’ describe los eventos que tuvieron lugar, sus consecuencias y la falta de protección proporcionada a los civiles. En él se destacan dos puntos por encima del resto: 1) la violencia perpetrada por grupos armados contra la población y 2) la falta de efectividad de la MINUSCA, que fue incapaz de prevenir los ataques.
“La MINUSCA era responsable de proteger a los civiles”, lamenta Omar Ahmed Abenza, coordinador general de MSF en el país. “Sin embargo, fueron incapaces de hacerlo de una manera eficaz”.
En el transcurso de los ataques, el propio hospital de MSF estuvo amenazado, impidiendo así que los enfermos y los heridos pudiesen acceder a sus servicios. “El hospital fue convertido en un objetivo y llegó a ser acusado por los grupos armados de cobijar ‘enemigos”, recuerda Ahmed Abenza.
“Hombres armados y barricadas se desplegaron por toda la población, impidiendo el acceso al hospital a muchas personas que necesitaban ayuda. Esto demuestra una inaceptable falta de respeto a la misión médica y al Derecho Internacional Humanitario”, prosigue el coordinador general de MSF.
El conflicto armado que afecta desde hace 6 años a la RCA no ha dado apenas respiro a la población, y esta serie de recientes ataques no hace más que refrendar la volatilidad de su naturaleza y la falta de protección que se ofrece a los civiles.
Por ello, Médicos Sin Fronteras quiere denunciar una vez más a través de este informe las consecuencias que tiene la violencia en la capacidad de poder atender a las víctimas. Además, mucha gente que lo necesita no puede recibir tratamiento para enfermedades comunes y prevenibles como la malaria, no puede dar a luz de forma segura en un hospital ni acceder a otros servicios básicos de salud.
“La mayor parte de las víctimas de violencia son gente normal que no tiene relación alguna con les enfrentamientos armados”, subraya Ahmed Abanza. "Sin embargo, en lugares como Batangafo se quedan una y otra vez sin ningún tipo de protección efectiva”.
MSF lleva trabajando en RCA desde 1997. La organización médica gestiona 12 proyectos en 7 de las 16 prefecturas del país, proporcionando cuidados médicos gratuitos a todos aquellos que los necesitan, sin tener en cuenta su raza, religión o ideología.