MSF denuncia ataques violentos que provocan el fin de actividades en un hospital clave en Sudán
En los últimos meses, se han producido varios incidentes en el Hospital Universitario de Bashair por parte de combatientes que entraban en el centro con armas y amenazaban al personal
Jartum (Sudán), 10 de enero de 2025.- Médicos Sin Fronteras (MSF) condena enérgicamente los ataques violentos contra pacientes y personal del Hospital Universitario de Bashair, situado en una zona de Jartum, en Sudán, controlada por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). A pesar de los amplios compromisos por parte de las partes interesadas para proteger la actividad médica, estos ataques han continuado en los últimos meses. Es por ello que MSF ha tomado la difícil decisión de suspender todas sus actividades sanitarias en el hospital.
En los 20 meses que los equipos de MSF llevan trabajando junto al personal y los voluntarios, el Hospital de Bashair ha sufrido repetidos incidentes por parte de combatientes que entraban en el centro con armas y amenazaban al personal médico, a menudo exigiendo ser tratados antes que otros pacientes. El 11 de noviembre de 2024, varios atacantes mataron a tiros a un paciente dentro del hospital. El 18 de diciembre, hombres armados dispararon dentro de la sala de urgencias, amenazando directamente al personal médico. En un incidente anterior, se produjeron varios disparos en el interior del centro. Las balas entraron en el recinto y una persona resultó herida.
"El sufrimiento que presenciamos en Jartum es enorme. La violencia es intensa y extrema y se repite a diario. La escasez y el bloqueo de alimentos, suministros y ayuda humanitaria obligan a la gente a luchar por sobrevivir. Las necesidades médicas son abrumadoras. Las heridas suelen ser terribles. Los incidentes con un gran número de víctimas se han convertido casi en rutina", enumera Claire San Filippo, coordinadora de emergencias de MSF. "Nuestro equipo, el personal del hospital y los voluntarios han trabajado incansablemente en condiciones muy difíciles para proporcionar atención médica. Pero sin las garantías para operar de forma segura, y cuando las vidas de nuestro personal y pacientes están amenazadas, la continuación de nuestras actividades se ha vuelto insostenible", agrega.
El Hospital de Bashair, que ofrece atención médica gratuita, es uno de los últimos que funcionan en el sur de Jartum. Desde finales de septiembre, el centro ha registrado un aumento de casos de personas que llegan con heridas traumáticas violentas a medida que se intensifican los combates. A veces, decenas de pacientes llegan al hospital al mismo tiempo tras bombardeos o ataques aéreos contra zonas residenciales y mercados. El pasado 5 de enero, 50 personas llegaron a urgencias —12 de ellas ya fallecidas— tras un ataque aéreo que había tenido lugar a un kilómetro del centro.
"El sufrimiento que presenciamos en Jartum es enorme. La violencia es intensa y extrema y se repite a diario", detalla Claire San Filippo, coordinadora de emergencias de MSF
Por otro lado, los equipos de MSF también han observado un aumento de los casos pediátricos y de maternidad, ya que otros centros sanitarios han cerrado o reducido sus servicios. Asimismo, la organización ha respondido a otras emergencias médicas en la región, como brotes de cólera, paludismo, dengue y desnutrición.
Meses de incidentes y dificultades
La suspensión de actividades en el Hospital de Bashair se produce tras varios incidentes y graves dificultades que los equipos de MSF han tenido que afrontar desde el inicio del conflicto. En octubre de 2023 se suspendieron temporalmente todas las cirugías después de que las Fuerzas Armadas de Sudán bloquearan los suministros quirúrgicos. Asimismo, el transporte de suministros médicos y los movimientos de personal desde Port Sudan llevan bloqueados más de un año. Y en julio del año pasado, la organización tuvo que suspender las actividades médicas en el cercano Hospital Turco debido a las amenazas y la violencia contra el personal.
"Es devastador dejar de apoyar la atención médica que salva vidas en este hospital, especialmente ante unas necesidades médicas tan grandes y crecientes. Cada vez que una organización se ve obligada a suspender sus actividades, los pacientes tienen menos acceso a una atención médica que necesitan desesperadamente", subraya San Filippo. "Los hospitales deben ser lugares donde la gente pueda buscar asistencia sanitaria sin arriesgar su vida y donde los profesionales médicos puedan prestarla con seguridad".
"Es devastador dejar de apoyar la atención médica que salva vidas en este hospital, especialmente ante unas necesidades médicas tan grandes y crecientes", lamenta San Filippo.
En mayo de 2023, y poco después del inicio de la guerra, un equipo de MSF se unió por primera vez a los voluntarios y al personal médico que habían reabierto el hospital. Entre mayo de ese año y diciembre de 2024, el centro atendió a un total de 25.585 pacientes en urgencias, más de 9.000 por causas violentas, como explosiones y heridas de bala. Durante el mismo periodo, el equipo realizó 3.700 intervenciones quirúrgicas —la gran mayoría heridas relacionadas con la violencia— y asistió casi 3.800 partos, incluidas 850 cesáreas.
MSF sigue trabajando en 11 estados de Sudán, incluida la ciudad de Omdurman, en el estado de Jartum. Esperamos que las condiciones nos permitan volver al Hospital de Bashair en el futuro y reanudar las actividades médicas.
Irene Cortés