MSF alerta de desnutrición infantil, tuberculosis y embarazos complicados en Somalia
Varias regiones del país están afectadas por inundaciones que han obligado a cientos de miles de personas a abandonar sus hogares y han desencadenado una crisis humanitaria
Barcelona / Galkayo (Somalia), 20 de noviembre de 2019 - La organización médico humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) asegura que las regiones del sur y centro de Somalia están afectadas por inundaciones que han provocado cientos de miles de desplazados. Esta situación ha agravado aún más la vulnerable situación de la población somalí tras décadas de conflicto continuado.
"Mi hija Farhiya estaba muy débil y no respondía, era como si se hubiera desmayado", dice Khadro Ahmed Abdi, de 28 años. "Cuando llegamos al hospital alrededor de las 3 de la tarde, estaba muy preocupada. Las enfermeras la llevaron a la sala de urgencias de inmediato”.
Cuando su hija de 11 meses se enfermó, los vecinos de Khadro le aconsejaron que fuera al Hospital Regional de Mudug, a cinco horas de viaje de su aldea de Jira'le, en la región Somalí de Etiopía, dejando a sus ocho hijos mayores al cuidado de su marido. La familia, que se dedica al pastoreo, vive en una región afectada por la sequía y sobrevive con una sola comida al día.
Farhiya estaba gravemente desnutrida y llegó inconsciente a Galkayo. Las enfermeras no perdieron ni un minuto en ingresarla en el centro de alimentación terapéutica del hospital.
"Después de recibir atención médica adecuada y leche y galletas nutritivas [un alimento terapéutico, preparado y altamente calórico a base de cacahuete], mi hija mejoró y dos días después ya estábamos en condición de regresar a casa", afirma Khadro. Sin atención médica, dice, muchos niños como su hija simplemente no sobrevivirían.
El Hospital Regional Mudug es el principal centro de médico de referencia de la ciudad y atiende a aproximadamente medio millón de personas. MSF ha estado apoyando este centro desde mayo de 2017. Actualmente, el equipo de MSF trabaja en la sala de urgencias, atiende a niños desnutridos, trata a personas con tuberculosis, ayuda a mujeres con embarazos complicados y gestiona varias clínicas móviles.
Sequía y violencia
La ciudad de Galkayo, en el centro de Somalia, alberga una gran cantidad de desplazados internos que han huido de la violencia, la sequía y otras adversidades climáticas en el país. También hay migrantes y refugiados, así como personas de la vecina región somalí de Etiopía que buscan una mejor atención médica.
Las altas tasas de desnutrición infantil son comunes en Somalia, especialmente entre las familias desplazadas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la violencia, la sequía u otras condiciones climáticas adversas y que a menudo se instalan en zonas urbanas deprimidas. Entre enero y agosto de este año, MSF trató a casi 2.000 niños desnutridos en este hospital.
Las escasas precipitaciones en las estaciones lluviosas de los últimos años, exacerbadas por la pobreza y las duras condiciones de vida, han contribuido al aumento de las tasas de desnutrición. Este año, en Somalia, se estima que 903.000 niños menores de cinco años sufren desnutrición aguda, incluidos 138.000 que sufren de desnutrición grave, según Unicef.
Bilal, de ocho meses, yace junto a su madre en una cama en la sala de pediatría. Traído al hospital por el equipo médico móvil de MSF desde su casa en el campo de desplazados de Bulo Ba’ley, Bilal se está recuperando de una diarrea acuosa aguda.
"Bilal tuvo diarrea durante tres días y estuvo muy deshidratado", dice su madre, Kawsar Ibrahim, de 25 años, cuyos tres hijos mayores están en casa con su esposo, que se gana la vida con trabajos informales. “Le dieron medicamentos después de que llegáramos. Han conseguido cortar la diarrea y mi hijo se encuentra mejor. Estoy muy contenta de que Bilal esté bien y pueda pronto volver a jugar en casa”. Cinco días después de ser ingresado para recibir tratamiento, Bilal está listo para regresar a casa.
La ciudad de Galkayo está dividida en dos por una frontera administrativa, con las zonas norte y sur pertenecientes cada una a un estado somalí distinto. A la población de la ciudad se añaden más de 100.000 desplazados internos procedentes de toda Somalia, que viven en campamentos con pocos recursos. Algunos llevan desplazados años. El hospital apoyado por MSF ofrece atención médica gratuita a personas desplazadas, refugiados y comunidades locales que vienen de ambos lados de la ciudad.
"Galkayo ahora tiene más de 70 campos para personas desplazadas , y cada semana llegan más personas procedentes de regiones del país afectadas por la sequía y el conflicto", explica Bashir Muse Hassan, responsable adjunto de actividad médica de MSF en el Hospital Regional de Mudug.
“Nuestros equipos móviles visitan 23 de los campamentos casi todos los días, ofrecen atención médica básica y derivan a los pacientes con condiciones críticas al hospital. Las personas desplazadas no tienen suficiente agua ni alimentos, por lo que hay un gran número de niños desnutridos".
Mortalidad materna
Los niños no son el único grupo vulnerable en Galkayo. En Somalia, las tasas de mortalidad materna se encuentran entre las más altas del mundo. Para el personal médico, así como para las familias de mujeres embarazadas, manejar las complicaciones durante el embarazo y el parto es un desafío enorme.
Deqa Awil Hassan, una madre de siete hijos de 32 años, dio a luz por cesárea recientemente, con el consentimiento de su familia, después de que los médicos le informaran de que no podría parir de otra manera.
“Estaba en mi semana 25 de embarazo cuando mi útero comenzó a sangrar. Primero me llevaron al hospital de Galdogob (ciudad somalí junto a la frontera con Etiopía) y luego los médicos me derivaron a este hospital”, dice Deqa, oriunda del distrito de Bokh, en la región Somalí de Etiopía.
“Este era mi séptimo embarazo y estaba un poco asustada. Afortunadamente, di a luz a un bebé sano. Estoy muy contenta de que tanto mi bebé como yo estemos bien. Quiero llamarle ‘Abdi Nasib’ porque tuvo la suerte de nacer vivo [el nombre compuesto significa literalmente "siervo del destino"].
En junio de 2019, el equipo de MSF en el Hospital Regional de Mudug recibió a más de 170 mujeres que experimentaron complicaciones en el parto, además de otras 19 que necesitaban una cesárea de urgencia. "A partir de ese número, se puede entender la importancia de estos servicios para la comunidad local", subraya Bashir.
El sangrado interno de útero es relativamente común en el embarazo, explica el obstetra Abdullahi Mohamed Muse, y solo el 30 por ciento de las mujeres con esta afección necesitan una cesárea. "Observamos y controlamos su estado para decidir qué intervención realizar para salvar la vida de las madres embarazadas y sus bebés", dice Abdullahi.
“Puede que tales operaciones [cesáreas de urgencia] solo sean necesarias cuando hay vidas en riesgo. Tratamos de explicarlo para convencer a las familias de la importancia de salvar la vida de la madre y ayudar a reducir la alta tasa de mortalidad materna en Somalia".
Los equipos de MSF en el hospital de Mudug también están trabajando para reducir el lastre de la tuberculosis, una enfermedad que se propaga fácilmente en condiciones de hacinamiento, como las que se dan los campamentos para personas desplazadas en Galkayo. En Somalia, el diagnóstico y el tratamiento no suelen estar disponibles o son propensos a verse interrumpidos, lo que puede causar resistencia a los medicamentos.
En la actualidad, hay 172 pacientes inscritos en el programa, mientras que en la primera mitad de 2019 casi 100 pacientes completaron con éxito su tratamiento. A pesar de los logros, sigue habiendo desafíos. Nur Ahmed Nur, que ha dirigido el departamento de tuberculosis desde su inicio, sostiene que la falta de adhesión de los pacientes a los medicamentos puede devenir un problema. Para ayudar a prevenir esto, el equipo trabaja con la comunidad y alienta a los pacientes a traer a un pariente que le apoye durante todo el tratamiento. "Este seguimiento nos ayuda a garantizar que los pacientes toman los medicamentos cada día", asegura Nur. "Esto a su vez contribuye a evitar el desarrollo de formas de tuberculosis resistente a los medicamentos".
Fardowsa Hussein Hassan, de 40 años y vecina del norte de Galkayo, contrajo tuberculosis pulmonar. Fardowsa completó con éxito su tratamiento en junio, pero regresa al hospital para chequeos regulares. "Estaba muy débil y enferma cuando me llevaron al hospital en enero", recuerdaFardowsa. “Estuve tosiendo durante semanas y, cuando los médicos llevaron mi esputo al laboratorio, di positivo en tuberculosis. Inmediatamente me empezaron a tratar con medicamentos. Seis meses después, he dado negativo. Estoy agradecida al hospital y a aquellos que integran el departamento de tuberculosis".
Nota para editores
MSF ha trabajado en Somalia y Somalilandia desde 1991. En 2013, MSF se vio obligada a retirarse después de una serie de ataques violentos contra su personal. Nuestros equipos reanudaron el tratamiento de pacientes cuatro años después, en mayo de 2017, en reconocimiento de las enormes necesidades de salud de la población no cubiertas. MSF ofrece atención secundaria en hospitales, lleva a cabo clínicas móviles con foco en poblaciones refugiadas, desplazados internos y migrantes, y actualmente trabaja en Somalilandia (Hargeisa, Borama, Burao, Berbera, Las Anod), Puntlandia (Galkayo Norte) y Somalia Sudoccidental (Baidoa). MSF realiza intervenciones de corta duración en la región de Jubaland, con un enfoque específico en la atención de nutrición ambulatoria y en la respuesta de emergencia. En las próximas semanas, MSF comenzará a implementar actividades médicas en algunos departamentos del Hospital de Galkayo Sur, en el estado de Galmudug.
Materiales para medios
Guillermo Algar
Fernando Calero
Ivan M. García