Los equipos de Médicos Sin Fronteras constatan un alarmante aumento del sarampión en Yemen

El número de pacientes con esta enfermedad altamente contagiosa atendidos por la organización se triplica en la primera mitad de 2023

Sadá (Yemen), 21 de agosto de 2023.- En los últimos tres años se ha producido un aumento importante del número de niños y niñas ingresados por sarampión en los hospitales de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Yemen. En el primer semestre de 2023, la cifra de pacientes con sarampión recibidos en las instalaciones apoyadas por MSF asciende a casi 4.000 casos, casi el triple que en todo 2022. Teniendo en cuenta el impacto de casi nueve años de conflicto y las dificultades económicas que asolan el país, lo que ven los equipos de MSF es, probablemente, la punta del iceberg. ​

En 2022, MSF dio la voz de alarma sobre el aumento de la desnutrición infantil en Yemen, una situación que agrava otras enfermedades. La desnutrición debilita el sistema inmunológico, haciendo que niños y niñas, especialmente aquellos que no están vacunados, sean aún más susceptibles de morir a causa del sarampión.

Tanto la desnutrición como el sarampión son prevenibles y ponen de manifiesto la falta de atención sanitaria básica y las precarias condiciones económicas de la población yemení. Estos factores han tenido un impacto sustancial en las vidas de personas como Aisha y su hijo Abdullah, de tres años.

"Abdullah sufría dolor de garganta, fiebre alta y enrojecimiento de ojos; luego le apareció una erupción con manchas rojas en el cuerpo", cuenta Aisha sobre su hijo ingresado en el hospital Abs, en la gobernación de Hajjah.

“Cuando lo llevé a la clínica, el médico me dijo que tenía sarampión con complicaciones y que necesitaba ser hospitalizado. Abdallah ya había recibido algunas vacunas, pero le faltaban otras; era difícil seguir yendo a la clínica. No había transporte o era muy caro. Así que no pudimos ponerle todas las vacunas", añade Aisha.

El sarampión es una infección vírica muy contagiosa que puede propagarse fácilmente en comunidades densamente pobladas. Afecta sobre todo a menores de cinco años y es especialmente peligrosa para los que padecen enfermedades subyacentes o complicaciones. Aunque es una enfermedad potencialmente mortal, se puede prevenir mediante la vacunación.

Las dificultades económicas, alimentadas por el conflicto, hacen que a los habitantes de zonas remotas les resulte extremadamente difícil sufragar el combustible o el transporte para llevar a sus hijos al hospital. La ausencia de campañas de vacunación y de instalaciones sanitarias generales asequibles y funcionales en el país acentúa el problema y obliga a la población a desplazarse más lejos para obtener el tratamiento necesario.

Como consecuencia, los pacientes suelen llegar a los hospitales apoyados por MSF con complicaciones, incluido el sarampión en fase avanzada; complicaciones que podrían evitarse con cuidados preventivos como la vacunación o con un tratamiento médico a tiempo. ​

Aunque es difícil cuantificar todos los factores que contribuyen a los crecientes problemas de Yemen con el sarampión y otras enfermedades prevenibles, es evidente que las grandes lagunas en la vacunación de rutina y el acceso limitado a los servicios básicos de salud desempeñan un factor clave. Como prueba del deterioro, este año los equipos de MSF han observado un enorme aumento de la prevalencia de la enfermedad en sus clínicas.

El sarampión aumenta la presión sobre los centros médicos
"En 2020, vimos que el número de pacientes con sarampión en nuestras clínicas pasó de 731 en 2019, a solo 77. Podríamos atribuirlo a la campaña de vacunación masiva llevada a cabo en 2019", explica Isaac Alcalde, coordinador general de MSF en Yemen. ​

"Sin embargo, las limitadas actividades de vacunación en los años posteriores —continúa Alcalde— junto con los desafíos en materia de acceso a los servicios de atención médica probablemente sesgaron estos números, y en 2021 recibimos 762 pacientes con sarampión".

"No se puede ignorar el dramático aumento que hemos visto este año: el número de casos casi se ha triplicado, acercándose a los 4.000, lo que aumenta la presión sobre unas instalaciones médicas que ya están sobrecargadas. No estamos hablando solo de cifras: son vidas de niños", recalca Alcalde.

Desgraciadamente, este trágico aumento del número de casos de sarampión no es un problema circunscrito a un solo lugar. Los equipos médicos de MSF han visto el incremento y el impacto devastador de la enfermedad en las provincias de Amran, Sadá, Hajja, Ibb, Hudaida, Taiz, Marib y Shabwah. ​

Agencias de Naciones Unidas también han destacado el grave aumento de las enfermedades prevenibles mediante vacunación en Yemen, señalando que el país registró más de 22.000 casos de sarampión en 2022, incluidas 161 muertes. En abril de este año ya se habían registrado 16.114 casos y también están aumentando los casos de difteria y tos ferina y las muertes debido a estas enfermedades.

MSF ha adaptado sus actividades en algunos de los centros de salud a los que presta apoyo para atender el aumento de las necesidades. Por ejemplo, desde que pusiera en marcha la respuesta al sarampión en la gobernación de Al Bayda a mediados de febrero y hasta junio, sus equipos han visto 1.784 casos. ​

Casi el 52% de los casos fueron complicados, mientras que solo el 12% de estos había sido vacunado antes de su ingreso, lo que ofrece una sombría imagen del bajo nivel de inmunización. ​

Obstáculos para la inmunización
Esta falta de inmunización estaría motivada por barreras logísticas, incluidas las restricciones a las importaciones humanitarias, los pocos centros sanitarios con capacidad para proporcionar vacunas y la ausencia de educación sanitaria sobre el papel esencial que desempeñan las vacunas en la protección frente a enfermedades como el sarampión.

Nuestros equipos también han ampliado la unidad de aislamiento del sarampión en el hospital de Abs para atender al mayor número de pacientes. En el hospital materno-infantil de Al Qanawis, en la gobernación de Hudaida, más de la mitad de los pacientes ingresados en la planta pediátrica eran, pocos días después de su apertura en mayo, niños y niñas con sarampión. ​

Del mismo modo, un aumento sustancial de casos en Mocha, en la gobernación de Taiz, hizo necesaria la apertura de una nueva sala de aislamiento específica para el sarampión en abril de 2023. En Khamer y Haydan, el 35% y el 41% respectivamente, de los pacientes ingresados en la unidad pediátrica padecían sarampión. El denominador común en estas diferentes localidades es una alta prevalencia de casos así como un nivel de inmunización alarmantemente bajo.

El hecho de que el sarampión sea tan contagioso y constituya un riesgo mortal significa que las medidas preventivas para quienes lo han contraído, como el aislamiento, son fundamentales. En las distintas gobernaciones donde MSF trata el sarampión en Yemen, tenemos noticias de padres que reconocen los síntomas del sarampión y tratan de proteger tanto a sus hijos como a los de sus vecinos.

Fue el caso de Layal y su hermano Hussein, cuya madre los llevó al hospital Ra'ada de Al Bayda. "Al principio, Layal estuvo en contacto con sus familiares, y luego, cuando empezó a presentar síntomas como fiebre y erupciones, aislé a su hermano", explica su madre.

"Desgraciadamente —recuerda— ya había contraído la enfermedad y los síntomas empezaron a aparecer. Pero gracias a Dios, los llevé al hospital a tiempo y se recuperaron. Soy consciente de que el sarampión puede propagarse rápidamente y también puede afectar a otros niños del barrio, por eso me preocupé al principio".

Hacer frente a esta grave crisis sanitaria exige una respuesta integral y coordinada. Para proteger a los niños y niñas yemeníes del riesgo del sarampión es imperativo reforzar las medidas preventivas, la participación de la comunidad y mejorar la gestión de los casos. Las autoridades, junto con los actores humanitarios y sanitarios de Yemen, deben garantizar la disponibilidad de vacunas en las estructuras sanitarias, aumentar la accesibilidad y la capacidad de los centros de atención sanitaria, fortalecer las vías de derivación y reforzar la concienciación sanitaria de la comunidad.


MSF trabajó por primera vez en Yemen en 1986 y está presente en el país de forma ininterrumpida desde 2007. Sus equipos trabajan en 11 hospitales y prestan apoyo a otros 16 centros de salud en 13 provincias. En 2022, más de 108.000 personas ingresaron en sus centros y los equipos de la organización realizaron más de 71.000 consultas externas y más de 36.000 intervenciones quirúrgicas y asistieron más de 35.000 partos.

 

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