Líbano: Médicos Sin Fronteras intensifica sus actividades para dar respuesta a las crecientes necesidades humanitarias
La organización médico humanitaria distribuye artículos de primera necesidad a los refugios colectivos de todo el país y presta asistencia sanitaria básica y atención psicológica a los desplazados
Beirut, Líbano. 24 de septiembre de 2024. Tras los bombardeos a gran escala llevados a cabo ayer, lunes 23 de septiembre, por Israel sobre múltiples zonas de Líbano, Médicos Sin Fronteras (MSF) está intensificando gradualmente sus actividades para dar respuesta a las crecientes necesidades humanitarias, principalmente mediante la prestación de servicios médicos de atención primaria y a través de la distribución de artículos de primera necesidad a la población desplazada. Según el Ministerio de Sanidad libanés, 558 personas han perdido la vida, 1.835 han resultado heridas y miles más se han visto obligadas a huir de sus hogares para buscar refugio en otros puntos del país.
Los equipos de MSF están distribuyendo colchones y kits de higiene a los refugios colectivos de todo el país y sus unidades médicas móviles prestan asistencia sanitaria básica y atención psicológica en estos lugares a las personas que la necesitan. Además, MSF está gestionando líneas telefónicas para la prestación de ayuda de salud mental a las personas desplazadas y afectadas en estos momentos de angustia.
Los equipos de MSF siguen en estrecha coordinación con sus colaboradores en todo el país y con las redes hospitalarias, ofreciendo apoyo en la medida de lo posible según evoluciona la situación.
Desde ayer, parte del personal de MSF en el sur del Líbano, Beirut y otras partes del país ha abandonado sus hogares, al igual que decenas de miles de personas más, para buscar refugio en lugares más seguros. En el sur del Líbano y Baalbek-Hermel, zonas que siguen sufriendo intensos ataques aéreos, otros trabajadores de MSF han sufrido bombardeos muy cerca de sus casas. Muchos de los trabajadores de la organización permanecieron refugiados en sus casas, mientras los aviones de guerra israelíes seguían sobrevolando sus cabezas durante toda la noche.
Fernando Calero