La guerra sin cuartel de Israel contra Gaza debe terminar

Médicos Sin Fronteras demanda a los aliados de Israel que dejen de permitirla

Edificios destruidos en Jan Yunis, sur de Gaza, 26 de mayo de 2024. © Lisa Macheiner/MSF.
Edificios destruidos en Jan Yunis, sur de Gaza, 26 de mayo de 2024. © Lisa Macheiner/MSF.

Jerusalén / Barcelona, 3 de octubre de 2024.- Durante casi un año entero, Israel ha llevado a cabo una masacre sin paliativos en la Franja de Gaza. Desde las atrocidades cometidas por Hamás el 7 de octubre de 2023, matando hasta 1.200 personas y tomando unos 250 rehenes, las Fuerzas israelíes han llevado a cabo una guerra sin cuartel contra la población de la Franja de Gaza, matando a más de 41.500 personas e hiriendo a más de 96.000. La población se ha visto desplazada en repetidas ocasiones y obligada a ocupar zonas cada vez más pequeñas bajo bombardeos y condiciones cada vez más inhumanas.

Durante un año, Israel, Hamás y sus respectivos aliados han fracasado catastróficamente en su intento de llegar a un acuerdo sobre un alto el fuego duradero en Gaza, mientras aumenta ahora el riesgo de un conflicto regional en toda regla. Israel debe poner fin de inmediato a la matanza indiscriminada de civiles en Gaza y facilitar urgentemente la entrega de ayuda para aliviar el sufrimiento dentro de la Franja, incluyendo la reapertura de pasos fronterizos vitales, en cumplimiento de las medidas solicitadas por la Corte Internacional de Justicia.

El personal médico de Médicos Sin Fronteras (MSF) atiende a diario a pacientes con heridas causadas por bombardeos masivos. Hay personas con quemaduras graves, huesos destrozados y que han sufrido desmembramientos. Desde el inicio de la guerra, los equipos de MSF han tratado a más de 27.500 pacientes por heridas relacionadas con la violencia. Más del 80% de estos pacientes presentaban heridas causadas por bombardeos.

“Los bombardeos israelíes sobre zonas densamente pobladas han causado heridos a gran escala de forma reiterada. Nuestros equipos se han visto obligados a realizar intervenciones quirúrgicas sin anestesia, a presenciar la muerte de niños en el suelo de los hospitales por falta de recursos, e incluso a tratar a sus propios colegas y familiares”, explica la Dra. Amber Alayyan, responsable del programa médico de MSF. “Al mismo tiempo, el sistema sanitario de Gaza ha sido sistemáticamente desmantelado por las fuerzas israelíes”.

Los equipos de MSF ya estaban tratando los efectos de los 17 años de bloqueo y ataques recurrentes de Israel contra la población de Gaza. Antes del 7 de octubre, MSF trataba a pacientes con lesiones de larga duración, problemas de salud mental y quemaduras graves. Sin embargo, desde esa fecha, mientras las necesidades se han disparado como consecuencia del azote israelí a la Franja, el acceso a la asistencia sanitaria se ha reducido drásticamente.

En la actualidad, sólo 17 de los 36 hospitales funcionan parcialmente. Las partes enfrentadas han llevado a cabo hostilidades cerca de instalaciones médicas, poniendo en peligro a pacientes, cuidadores y personal médico. También han muerto seis compañeros de MSF.

En este año, el personal y los pacientes de MSF han tenido que abandonar 14 estructuras sanitarias diferentes, debido a graves incidentes y a los combates. Cada vez que se evacua un centro médico, miles de personas se quedan sin poder recibir ​ atención médica vital. Esto tendrá consecuencias en la salud de la población, no sólo en lo inmediato, sino en las semanas y meses venideros.

La falta de acceso a la asistencia sanitaria se ve agravada por la escasez de suministros humanitarios en Gaza. Las autoridades israelíes han impuesto sistemáticamente criterios poco claros e impredecibles para autorizar la entrada de suministros. Así, MSF tiene enormes dificultades para introducir en la Franja equipos esenciales como generadores, autoclaves para la esterilización de material quirúrgico, concentradores de oxígeno y estaciones de desalinización y motobombas para suministrar agua potable y para la higiene en las instalaciones médicas.

En un año, MSF ha introducido en Gaza 636 toneladas de material médico (equivalente a 130 camiones), cantidad que debería ser el volumen mensual que debería entrar en Gaza para responder a las necesidades médicas urgentes.Una vez que los suministros entran en la Franja de Gaza, a menudo no llegan a su destino, debido a la ausencia de carreteras seguras y accesibles, los continuos combates y el saqueo de alimentos y artículos de primera necesidad.

“A medida que aumentan las necesidades médicas en la Franja, nuestra capacidad de respuesta sigue siendo limitada; simplemente no podemos hacer llegar a Gaza suficientes suministros humanitarios y médicos”, afirma la Dra. Alayyan. “Los hospitales de campaña que creamos como último recurso son sólo una venda para arreglar la devastación causada por la guerra y la destrucción del sistema sanitario. Incluso su instalación se ha visto obstaculizada y retrasada por la restricción de nuestra capacidad para adquirir materiales y equipos. Tal como están las cosas, las instalaciones médicas que siguen operativas no pueden hacer frente a las enormes necesidades”.

Al mismo tiempo que ha disminuido la disponibilidad de atención médica, también se han reducido las opciones de las personas que buscan en Gaza la asistencia sanitaria que requieren de forma desesperada. Las repetidas órdenes de evacuación han desplazado al 90% de la población a las denominadas zonas seguras que Israel ha bombardeado una y otra vez. Ahora se insta a la población a permanecer en una pequeña zona de 41 kilómetros cuadrados, con escasos refugios, alimentos y agua.

El hacinamiento aumenta el riesgo de enfermedades. De los dos millones de habitantes de la Franja de Gaza, al menos 12.000 personas necesitan desesperadamente una evacuación médica. Debe facilitarse inmediatamente la evacuación médica de quienes lo necesiten, así como el derecho de los palestinos que simplemente buscan seguridad para ellos y sus familias a abandonar la Franja, sin perjuicio de su derecho al retorno.

Inacción vergonzosa

Aunque los últimos 12 meses han estado marcados por acciones destructivas, también se han definido por una infame inacción. “Durante un año, los aliados de Israel han seguido prestando su apoyo militar mientras niños y niñas son asesinados en masa, tanques disparan contra refugios considerados fuera del conflicto y aviones de combate bombardean las denominadas zonas humanitarias”, denuncia Chris Lockyear, secretario general de MSF. “Esto ha ido acompañado de una narrativa pública constante que deshumaniza a la población de Gaza y no distingue entre objetivos militares y vidas civiles. La única forma de detener la matanza es con un alto el fuego inmediato y duradero”.

Una y otra vez, las lealtades políticas se han antepuesto a la vida humana. Aunque los aliados de Israel hablan públicamente de la importancia de un alto el fuego y de la necesidad de facilitar la ayuda humanitaria a Gaza, siguen suministrando armas a Israel. Especialmente Estados Unidos, aunque recientemente ha hecho llamamientos al alto el fuego, ha trabajado con frecuencia para complicar, bloquear y socavar los esfuerzos de alto el fuego a través de su papel en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Mientras tanto, la guerra de Gaza aviva las tensiones regionales que están alcanzando cotas desastrosas. Los ataques israelíes se han recrudecido en Cisjordania, y ahora en Líbano, con consecuencias ya devastadoras para la población civil.

Demandas de MSF

  • Debe establecerse de inmediato un alto el fuego duradero.
  • La matanza masiva de civiles debe cesar inmediatamente.
  • La destrucción del sistema sanitario y de las infraestructuras civiles debe detenerse.
  • El bloqueo de Gaza debe terminar.
  • Israel debe abrir las fronteras terrestres vitales, incluido el paso fronterizo de Rafah, para garantizar que la ayuda humanitaria y médica masiva pueda llegar urgentemente a quienes la necesitan.
  • Israel debe garantizar la evacuación médica de quienes requieran atención médica especializada, incluidos sus cuidadores, y permitir que quienes deseen buscar seguridad en el extranjero puedan hacerlo, garantizando al mismo tiempo a todos un regreso seguro, voluntario y digno a Gaza.
  • El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe tomar medidas para garantizar un alto el fuego como garante de la paz y la seguridad internacionales y poner fin a su complacencia con la continua destrucción de la Franja de Gaza.

 

 

 

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