La atención sanitaria bajo la ocupación: los residentes del H2 de Hebrón se asfixian
MSF alerta del deterioro de la salud mental y física de los residentes palestinos de uno de los enclaves más restringidos de Cisjordania
Jerusalén, 9 de enero 2025.- Los residentes del sector H2 de Hebrón, uno de los lugares más restringidos de Cisjordania, se enfrentan a un asedio cada vez más estricto impuesto por las autoridades israelíes desde el inicio de la guerra en Gaza. Médicos Sin Fronteras (MSF), que se ha visto obligada a suspender sus actividades durante varios meses dentro del H2, advierte de que el acceso a la asistencia sanitaria está gravemente comprometido y que la salud mental y física de la población corre peligro.
El distrito H2 de Hebrón comprende aproximadamente el 20% de la ciudad y es representativo de los retos a los que se enfrenta la ciudadanía palestina que vive bajo control israelí. Hogar de aproximadamente 7.000 residentes palestinos y de varios cientos de colonos israelíes (el único lugar de Cisjordania donde colonos israelíes se han asentado dentro de una ciudad palestina), este barrio se rige por estrictas normas de circulación, cierres sistemáticos y violencia continua.
Desde la guerra de Israel contra la población de Gaza, las restricciones impuestas por las fuerzas israelíes han aumentado drásticamente en Cisjordania, incluida Hebrón. En diciembre de 2023, alegando motivos de seguridad, las autoridades israelíes obligaron a los equipos de MSF a suspender sus actividades durante más de cinco meses en el barrio de Jaber, dentro del sector H2. Como alternativa, los equipos de MSF pusieron en marcha una clínica móvil cerca del barrio de Jaber, fuera del puesto de control, y en Tel Rumeida, accesible a quienes pueden salir del H2, pero a la que sólo han podido llegar unas pocas personas.
“Aunque ahora podemos prestar atención en la clínica de MSF del barrio de Jaber, el acceso sigue siendo difícil, ya que nuestro personal puede ser registrado y sufrir retrasos en los puestos de control para entrar en el sector H2”, afirma la coordinadora de proyectos de MSF, Chloe Janssen. “El acceso a la atención médica nunca debe negarse, impedirse o bloquearse de forma arbitraria”, añade.
MSF se enfrenta con frecuencia a interrupciones en sus clínicas móviles, ya que se les prohíbe entrar en la zona o se encuentran con restricciones de movimiento durante los días festivos israelíes. Normalmente, MSF ofrece clínicas móviles en H2 dos veces por semana, pero de septiembre a noviembre de 2024, se ha visto obligada a cancelar siete de las 26 programadas. Las clínicas móviles de MSF atienden entre 120 y 140 pacientes a la semana, ofreciendo atención física y apoyo de salud mental para ayudar a los residentes a lidiar con el trauma continuo por las circunstancias en las que viven.
Estas paralizaciones de la atención tienen profundas repercusiones en la salud de los pacientes, especialmente de aquellos que requieren atención continuada, como las personas con diabetes o hipertensión.
Deterioro de la salud mental
“Recientemente, hemos detectado muchas personas que sufren de enfermedades psicosomáticas. La zona está cerrada dejando a los residentes socialmente aislados, sin capacidad para visitar a otros o salir. Esta sensación es extremadamente agotadora para ellos”, explica Ola Jabari, orientadora de salud mental de MSF.
Debido a las prolongadas restricciones, la violencia, el acoso y la incitación al miedo, los equipos de MSF están observando un drástico deterioro de la salud mental de los niños y niñas. Los psicólogos de MSF atienden a menores que presentan síntomas de trauma, como hiperactividad, enuresis, pesadillas y dificultades académicas.
“Hemos visto un dramático deterioro de la salud mental de los niños”, alerta Ola. “Muchos de los niños se orinan en la cama, tienen pesadillas y dificultades académicas. También vemos síntomas de trauma como hiperactividad y dificultad para concentrarse, todo ello relacionado con la violencia y las restricciones que presencian a diario. Aquí los padres están sometidos a una presión inmensa. No pueden satisfacer las necesidades de sus hijos ni económica, ni emocional ni psicológicamente”, añade la especialista de MSF.
“En los Territorios Palestinos Ocupados no estamos ante un caso de trastorno de estrés postraumático porque el trauma nunca termina. Aquí hablamos de un trauma continuo y complejo. Toda la población está afectada. Aunque el conflicto y la ocupación acabaran mañana, las consecuencias perdurarían durante años. Pero nuestro trabajo consiste en mostrar a la gente que no está sola: que aún hay esperanza, incluso en los tiempos más oscuros”, explica Lucía Uscategui, responsable de actividades de salud mental de MSF.
Lucía recuerda el caso de un niño de 11 años al que obligaron a someterse a un humillante cacheo en un puesto de control. “Se negó a salir de casa durante semanas. Tenía pesadillas, se orinaba en la cama y sufría ansiedad. Su padre nos lo trajo, pero el trauma había afectado profundamente a ambos. Esta es la realidad de muchas familias de H2”, concluye Lucía.
MSF pide a las fuerzas israelíes que dejen de aplicar medidas restrictivas que impiden a la población palestina acceder a servicios básicos, incluida la atención médica. Israel debe tomar todas las acciones factibles para garantizar que la atención médica sea accesible y sin obstáculos.
Casi un tercio de los puestos de control (28 de 89) y aproximadamente el 10% de los obstáculos físicos (80 de 793) emplazados en Cisjordania se encuentran en el H2 de Hebrón. Desde el comienzo de la guerra, la mayor parte del personal médico del Ministerio de Salud palestino no ha podido obtener los permisos necesarios para cruzar los puestos de control israelíes, por lo que, durante este periodo, solo ha estado operativa una clínica de MSF.
Entre octubre de 2023 y mayo de 2024, tres escuelas palestinas en las que estudiaban al menos 350 alumnos permanecieron cerradas. Muchos de ellos han abandonado los estudios debido al coste logístico y psicológico que supone asistir a la escuela en estas condiciones.
Guillermo Algar
Silvia Fernández