Haití: El bloqueo de puertos y la creciente inseguridad dejan a los hospitales del país sin apenas suministros
Médicos Sin Fronteras pide a las autoridades que faciliten los trámites aduaneros e insta a todas las partes a que garanticen el transporte seguro de material a los pocos centros médicos que continúan abiertos
Puerto Príncipe, Haití. 22 de mayo de 2024. Desde finales de febrero, Puerto Príncipe está sumida en una violencia sin precedentes que ha aislado a la capital haitiana del mundo exterior. El aeropuerto internacional ha estado cerrado durante casi tres meses, y los puertos del país siguen bloqueados, lo que ha provocado que el sistema sanitario haitiano se haya visto gravemente afectado, dejando a la población sin acceso a servicios sanitarios esenciales. Todo esto, unido a la creciente inseguridad, también está causando serios problemas a las actividades de Médicos Sin Fronteras (MSF), que no puede importar medicamentos ni material médico al país desde mediados de marzo. Por ello, la organización internacional médico humanitaria hace un llamamiento urgente a los grupos armados y a las autoridades aduaneras para que faciliten la entrada de suministros médicos y garanticen que la población civil pueda acceder a ellos.
"Si no recibimos nuestros suministros médicos en las próximas dos semanas, nos veremos obligados a reducir considerablemente nuestras operaciones", afirma Mumuza Muhindo Musubaho, coordinador de proyectos de MSF. "En el actual estado de emergencia, mientras los hospitales siguen cerrando y reduciendo sus servicios, en MSF hemos tenido que aumentar nuestra capacidad de respuesta para hacer frente a la afluencia de pacientes, pero debido a la gran demanda de medicamentos nos hemos quedado prácticamente sin existencias".
Más de 30 centros médicos y hospitales han cerrado debido a actos de vandalismo, saqueos o por estar situados en zonas inseguras, entre ellos el Hospital Universitario Estatal de Haití, que es el mayor del país. El cierre del aeropuerto desde febrero hasta el pasado lunes 20 de mayo, el bloqueo de los puertos y las enormes dificultades para desplazarse con seguridad dentro del país, han hecho que las instalaciones médicas de MSF sufran desabastecimientos críticos que todavía no se han solucionado. "La reciente reapertura del aeropuerto de Puerto Príncipe es un primer paso para aliviar las consecuencias del aislamiento, pero los puertos aún siguen bloqueados. Además, en esta situación de emergencia, los procedimientos aduaneros deberían ser mucho más flexibles. Es imprescindible que los medicamentos y otros suministros puedan entregarse lo antes posible", advierte Mumuza Muhindo Musubaho.
A medida que se van agotando los suministros de MSF y de otros actores médicos, los pacientes que padecen enfermedades crónicas, como tuberculosis y VIH, corren mayor riesgo de ver empeorar su estado, puesto que muchos de estos tratamientos son imprescindibles para que puedan seguir con vida.
Por otro lado, las insalubres condiciones de los numerosos asentamientos de desplazados que se extienden por todo Puerto Príncipe aumentan el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera. “No tener suministros suficientes en caso de que surgiera una epidemia grave sería desastroso”, dice Muhindo Musubah
El hospital de MSF en Carrefour, abierto en marzo en respuesta al recrudecimiento de la violencia, es un ejemplo claro de estas dificultades. Inicialmente provisto de recursos para seis meses, los suministros del centro médico disminuyeron rápidamente a medida que aumentaba el número de pacientes. "En este contexto, todo se convierte en un reto. Incluso comprar papel para los informes es un gran problema hoy en día", explica Jean Baptiste Goasglas, coordinador de proyectos de MSF. Entre marzo y abril de 2024, entre todos los proyectos de MSF en el país, sus equipos atendieron 9.025 consultas externas, trataron 4.966 casos urgentes (incluidas 869 personas heridas de bala) y 742 víctimas de accidentes de tráfico, e ingresaron a 99 pacientes con quemaduras graves en el hospital de Tabarre, la mitad de los cuales eran niños.
Fernando Calero