Gaza: "No hay nada, nada en absoluto, que justifique lo que he visto hoy"
Al-Aqsa y Nasser reciben cientos de heridos y decenas de muertos. Ambos hospitales están compeltamente desbordados.
Gaza, 8 de junio de 2024. Tras los intensos bombardeos de las fuerzas israelíes este sábado por la mañana en la zona central de Gaza, los equipos de Médicos Sin Fronteras trabajan junto al personal médico de los hospitales Al-Aqsa y Nasser para tratar a un abrumador número de pacientes gravemente heridos. Muchos de ellos son mujeres y niños.
"La situación en Al-Aqsa es de auténtica pesadilla. Se ha producido un número masivo de muertes a causa del bombardeo de zonas densamente pobladas. Es mucho más de lo que cualquiera podría atender en un hospital funcional. Y apenas tenemos recursos. En una hora, recibimos unos 50 pacientes gravemente heridos. Hay personas con múltiples fracturas abiertas. Tenemos varios niños inconscientes. La unidad de cuidados intensivos está llena y siguen llegando pacientes", afirma Chris Hook, responsable médico de MSF en Nasser.
"¿Cuántos hombres, mujeres y niños más tienen que morir para que los líderes mundiales decidan poner fin a esta masacre?", afirma Samuel Johann, coordinador de MSF en Gaza.
Karin Huster, responsable médica de MSF en el hospital Al-Aqsa (transcripción de la nota de voz compartida compartida con nuestros equipos hacia las 19:00 horas de hoy 8 de junio de 2024).
Hoy es sábado y acabo de regresar del hospital Al-Aqsa. Todo empezó alrededor de las 11.30 de la mañana, cuando hubo una gran explosión justo al lado de nuestra oficina, así que estuvimos atentos a lo que ocurría. Acabábamos de volver del hospital Al-Aqsa, donde todo estaba muy tranquilo. Y empezamos a escuchar (explosiones y ruido) muy muy intenso. Actividades por parte de las IDF (fuerzas de defensa israelíes), muchos bombardeos, muchos disparos, helicópteros. Y luego, como decía, alrededor de las 11:30, esta enorme explosión justo al lado de nuestra oficina, que no está muy lejos del hospital Al Aqsa. A partir de ese momento, empezamos a seguir la situación muy de cerca. Y en cuanto pudimos, los tres médicos decidimos preparar un paquete de suministros y medicinas e ir a ayudar a los colegas del hospital Al Aqsa. Para entonces también habíamos oído la llamada del director del hospital de Al-Aqsa para que acudiéramos a ayudar. Nos llevó algún tiempo organizar el movimiento para poder garantizar nuestra seguridad. Y finalmente, a primera hora de la tarde, entramos en el servicio de urgencias del hospital Al-Aqsa. No tengo ni idea de cuántos muertos había. No tuvimos tiempo de revisar la morgue. O de echar un vistazo a la entrada. Era, como siempre, un caos, pero un caos agravado con respecto al de los últimos cuatro días.
Un caos total en el interior; toda la sala de urgencias, la zona roja, la zona amarilla, la zona verde estaba completamente abarrotada de pacientes en el suelo procedentes de los bombardeos de Nuseirat. Había cientos de pacientes, e hicimos lo que pudimos para estabilizarlos, darles fluidos intravenosos. Ponerles una férula, vendarles, intentar derivar a cirugía a los que se pudieran necesitar. Y, gracias a Dios, pudimos derivar a un montón de pacientes al hospital Nasser, así como al hospital de campaña de IMC, que no está lejos de aquí. A pesar de que el lugar estaba completamente desbordado, se hizo un trabajo increíble. Las enfermeras del hospital, los (compañeros y compañeras de) Médicos Sin Fronteras, las enfermeras y los médicos que nos echaron una mano; todos hicieron un trabajo increíble y siguen haciéndolo en estos momentos.
No es difícil imaginar el horror que vimos. Había niños por todas partes, mujeres y hombres. Había... toda la gama de heridas de guerra, heridas traumáticas, desde amputaciones a evisceraciones y traumatismos, pasando por TBI (lesiones cerebrales traumáticas), fracturas, grandes quemaduras, etc. Así que todos nos remangamos y nos pusimos a administrar líquidos, analgésicos y los enviamos a un lugar donde pudieran recibir atención. Por desgracia, el sistema está tan saturado que muchos pacientes permanecen mucho más tiempo del que deberían en este servicio de urgencias. Niños completamente grises o blancos por el shock, quemados, llamando a gritos a sus padres, muchos de ellos sin gritar porque están en estado de shock. Pacientes embarazadas mezcladas en la zona amarilla.
Es uno de esos momentos en los que no piensas en el caos que se está produciendo: no hay sistema, no hay triaje. Te arremangas, te metes un montón de cosas en los bolsillos y haces lo que puedes. Pero no hay nada, nada en absoluto que justifique lo que he visto hoy. Nada. Estos niños: el de tres meses, el de siete años, el de 12 que ha muerto, el hombre de 25 años, la mujer de 78, todos con heridas horrendas. ¿Se merecen esto? ¿Y por qué el mundo sigue mirando en silencio? ¿Qué nivel de horror debemos alcanzar antes de hacer algo, antes de decirle de una vez a Israel que esto no es aceptable?
Chris Hook, jefe del equipo médico de MSF en el hospital de Nasser (transcripción de la nota de voz compartida compartida con nuestros equipos hacia las 17:00 horas de hoy 8 de junio de 2024).
A primera hora del día supimos de los ataques que se estaban produciendo más al norte, en Deir al-Balah y Nuseirat, así que el hospital estaba más o menos sobre aviso de que podían empezar a llegar algunos pacientes, pero no sabíamos con certeza cuántos serían.
En la última hora creo que hemos recibido unos 50 heridos graves. Hay personas con múltiples y graves fracturas abiertas en sus extremidades. Tenemos varios niños inconscientes que están tratando de sacar adelante a través de tomografías computarizadas y de cuidados intensivos.
Han llegado algunos con quemaduras muy graves, y ya hay cuatro o cinco personas que han necesitado la inserción de tubos torácicos, y cosas por el estilo, por lesiones graves en el pecho.
Los quirófanos están funcionando a pleno rendimiento. Los recursos que tenemos son muy limitados; el servicio de urgencias ha podido evacuar a un gran número de pacientes que ya estaban aquí, pero hay escasez de capacidad para realizar tomografías computarizadas. Los pacientes tienen que ir a otro hospital.
Tenemos muy pocos analgésicos disponibles. Tenemos que racionar un poco la morfina y la ketamina. La unidad de cuidados intensivos ya está llena, y están llegando más pacientes. Es un grave suceso con víctimas en masa y está ocurriendo en este momento.
Fernando Calero