Gaza: miles de personas se ven obligadas a huir al intensificarse la ofensiva militar israelí y bloquearse la ayuda en Rafah
El cierre de este paso fronterizo está dejando las reservas de combustible, alimentos, medicinas y agua bajo mínimos, y a la población atrapada en medio de nuevos combates
Jerusalén/Barcelona/París/Bruselas, 8 de mayo de 2024.- Las fuerzas israelíes han comenzado su ofensiva sobre Rafah y se han hecho con el control de la frontera, cortando el suministro de ayuda vital a la Franja de Gaza. Miles de palestinos se ven obligados a huir del este de Rafah tras las recientes órdenes de evacuación de Israel. Médicos Sin Fronteras (MSF) pide la protección de los civiles y la reapertura del paso fronterizo de Rafah.
El cierre de este punto clave de entrada a Gaza está poniendo en peligro la respuesta humanitaria, dejando las reservas de combustible, alimentos, medicinas y agua bajo mínimos, y a la población atrapada en medio de nuevos combates.
“El paso fronterizo de Rafah, un punto de acceso humanitario vital, se ha cerrado completamente hasta nuevo aviso. Esto tendrá un impacto devastador, ya que la asistencia que llega a través de este cruce es un salvavidas para toda la Franja de Gaza”, afirma Aurelie Godard, responsable Médica de MSF en Gaza.
“Tras siete meses de guerra, que ha obligado a 1,7 millones de personas a huir de sus hogares, la decisión de cerrar este paso agrava aún más las ya terribles condiciones de vida de las personas atrapadas en Gaza”.
El 6 de mayo, las fuerzas israelíes ordenaron a 100.000 personas del este de Rafah que evacuaran a Al Mawasi, zona situada entre el oeste de Rafah y Jan Yunis, donde los refugios y los recursos también son extremadamente escasos. Rafah había sido designada anteriormente por las fuerzas israelíes zona segura para la población civil.
“Estas personas vuelven a ser desplazadas a la fuerza, trasladándose de tiendas improvisadas a otro lugar sin refugio, alimentos, agua ni atención médica adecuados”, afirma Godard. “Corren el riesgo de sufrir aún más las consecuencias de este desastre humanitario masivo que ha alcanzado niveles de pesadilla”.
Sin atención para enfermos crónicos ni embarazadas
La ofensiva y la orden de evacuación reducen aún más el acceso a la atención sanitaria en un sistema de salud ya diezmado, dejando a la población casi sin opciones incluso para la atención médica básica.
A principios de esta semana, el personal médico y los pacientes tuvieron que ser evacuados del hospital Al-Najjar, mientras que el hospital Europeo de Gaza ya no es accesible. Aunque por el momento MSF todavía trabaja en el hospital de campaña Indonesio de Rafah, donde apoya la prestación de atención postoperatoria, los equipos de la organización han empezado a dar de alta a los pacientes que cumplían con los criterios necesarios. También se han suspendido las actividades de MSF en el clínica Al-Shaboura hasta nuevo aviso.
“Tener que suspender las actividades de un puesto de salud en el que nuestros equipos han realizado 8.269 consultas solo en abril o, por ejemplo, hicieron 344 curas la semana pasada, es catastrófico”, afirma Paulo Milanesio, coordinador de Emergencias de MSF en Rafah.
“¿Dónde van a buscar atención y continuar el tratamiento las mujeres embarazadas, los niños, las personas con enfermedades crónicas en un lugar diezmado como Gaza? Sin olvidar el impacto en la salud mental; antes del cierre ofrecíamos más de 130 consultas individuales de salud mental a la semana, una cifra no ha hecho más que aumentar en las últimas semanas”, afirma Milanesio.
MSF también traspasará sus actividades en el hospital Emiratí al Ministerio de Salud hoy y trasladará a su personal al Hospital Nasser para seguir prestando apoyo a los servicios de maternidad en una zona más segura.
“Con este son ya 11 los centros sanitarios que nos hemos visto obligados a abandonar en Gaza en tan sólo siete meses, lo que demuestra la brutalidad y el caos de esta guerra”, afirma Milanesio.
Desde el inicio de la guerra, MSF ha sido testigo de un patrón de ataques sistemáticos contra instalaciones médicas e infraestructuras civiles. El sistema sanitario de Gaza está siendo desmantelado justo cuando estallan las necesidades, con consecuencias devastadoras para la población palestina.
MSF reitera su llamamiento para un alto el fuego inmediato y duradero para poner fin a más muertes y destrucción en Gaza y permitir que la ayuda vital entre en el enclave.
Declaraciones de Aurelie Godard, responsable Médica de MSF en Gaza:
“Lo que estamos viendo sobre el terreno es que la gente ya ha empezado a trasladarse, principalmente a Jan Yunis o Deir el Balah; la zona central, que supuestamente es segura, o al menos más segura que Rafah.
Alrededor de donde está la casa en la que nos alojamos, en el sur de Al Mawasi, hay mucha gente que ya ha empezado a retirar sus tiendas y a trasladarse. Son las mismas personas que vi llegar en enero; lo recuerdo muy bien.
La gente tiene miedo, se está yendo hacia lugares donde apenas hay infraestructuras. Conseguir agua a día de hoy es todo un desafío. En Jan Yunis, además, hay muchos escombros por todas partes. Por lo que sé, la ciudad aún no ha sido completamente despejada de los artefactos explosivos que no detonaron. La vida sigue siendo muy difícil allí, pero al menos resulta un poco menos aterradora que quedarse en Rafah.
El cierre del paso fronterizo de Rafah tiene muchas repercusiones para la población palestina. Como está cerrado, no entra nada. Y con nada me refiero a que no hay ayuda humanitaria, ni suministros médicos, ni alimentos, ni combustible. Todo lo que resulta vital para la vida cotidiana ya no entra.
Por ejemplo, la cantidad de combustible que hay en la Franja de Gaza es muy limitada, lo cual podría convertirse muy pronto en un grave problema.
La población teme que los precios de los alimentos frescos suban mucho y muy deprisa, porque estos comenzarán a escasear si el paso fronterizo permanece cerrado. Y, por supuesto, todos los suministros médicos se están viendo ya amenazados por este cierre.
El cierre también se traduce en que la evacuación médica de pacientes ya no es posible. Y ahora tampoco están dando autorizaciones para pasar a Egipto a los pocos que podían pagarlo”.