Fuerte aumento de las llegadas de heridos rohinyás a Bangladés desde Myanmar
Pacientes atendidos por los equipos de MSF relatan haber visto cientos de cadáveres en las orillas del río en su huida
Dacca (Bangladés), 9 de agosto de 2024.- En la última semana, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha constatado que un número cada vez mayor de rohinyás con heridas de guerra han cruzado la frontera con Bangladés, lo que muestra el empeoramiento de la crisis humanitaria en el estado de Rakhine, en el vecino Myanmar.
En los cuatro días anteriores al 7 de agosto, los equipos de MSF en Cox's Bazar (Bangladés) atendieron a 39 personas por heridas relacionadas con la violencia. Más del 40% eran mujeres y niños. Muchas presentaban heridas de mortero y de bala. La cifra alcanzó su máximo el pasado 6 de agosto, cuando los equipos de MSF atendieron a 21 heridos. El personal de MSF en la clínica señala que es la primera vez en un año que ven heridos graves a esta escala.
"Teniendo en cuenta el aumento del número de pacientes rohinyás heridos que cruzan desde Myanmar en los últimos días, y la naturaleza de las lesiones que nuestros equipos están tratando, estamos cada vez más preocupados por el impacto del conflicto en la población rohinyá", alerta Orla Murphy, representante de MSF en Bangladés. "Es evidente que el espacio seguro para los civiles en Myanmar se está reduciendo más cada día, con personas atrapadas en los combates y obligadas a hacer viajes peligrosos a Bangladés en busca de protección", añade Murphy.
Los pacientes han descrito al personal de MSF la desesperada situación en el estado de Rakhine. Algunos relataron haber visto a personas víctimas de bombardeos mientras intentaban encontrar embarcaciones para cruzar el río hacia Bangladés y escapar de la violencia. Otros describieron cientos de cadáveres en las orillas del río. Muchos pacientes hablaron de la separación de sus familias en ruta hacia zonas más seguras y de seres queridos muertos a causa de la violencia. Muchos temían que los familiares que quedaban en Myanmar no sobrevivieran.
Desde octubre de 2023, el conflicto se ha intensificado en el estado de Rakhine, causando un inmenso sufrimiento a la población rohinyá y paralizando el sistema sanitario. "Nuestros pacientes relatan que se han enfrentado a dificultades extremas para acceder a las instalaciones médicas en Myanmar debido a la situación altamente volátil", afirma la representante de MSF en Bangladés.
El conflicto también ha afectado a la capacidad de MSF para llevar a cabo actividades médicas con seguridad. En junio, MSF se vio obligada a suspender sus servicios en el norte del estado de Rakhine a causa de la violencia, privando a la población de atención médica esencial y agravando aún más la crisis humanitaria.
MSF reclama la protección inmediata de los civiles atrapados en el conflicto. "La población no debe ser objeto de ataques indiscriminados y se le debe permitir marcharse a zonas más seguras, mientras que todos aquellos que necesiten atención médica vital deben tener acceso sin trabas y de forma continuada a las instalaciones médicas", concluye Murphy.
Guillermo Algar