"En muchas zonas apenas hay electricidad seis u ocho horas al día"
Enrique García, coordinador de MSF en el este de Ucrania, relata el impacto de los bombardeos contra la infraestructura energética en desplazados, pacientes y sistema de salud
.jpeg)
Dnipro / Madrid, 19 de diciembre de 2025.- Las fuerzas rusas siguen llevando a cabo intensos bombardeos contra la infraestructura energética de Ucrania. Como resultado, se estima que más de un millón de personas se enfrentan a cortes de electricidad, lo que también afecta al suministro de calefacción y agua.
En un momento en el que las temperaturas comienzan a descender por debajo de cero, muchas viviendas apenas cuentan con tres y cuatro horas de electricidad por la noche y otras tres o cuatro horas durante el día, lo que obliga a la población a adaptar sus patrones de trabajo y sueño para cuidar de sus hogares y familias.
Muchos de los pacientes que Médicos Sin Fronteras (MSF) atiende cerca del frente son personas mayores, enfermas o que padecen patologías crónicas y, a menudo, carecen de los medios económicos para huir, por lo que la falta de calefacción y agua caliente merma gravemente su salud y su calidad de vida.
Enrique García, coordinador de MSF en el este de Ucrania.
“Hoy (por ayer), en Dnipro, he visitado un refugio en donde viven más de 200 personas desplazadas que han huido del frente de guerra. También vimos que hoy (por ayer) hay dos bebés recién nacidos y muchas personas con enfermedades respiratorias. Y justo cuando llegó nuestro equipo médico, se fue la luz. Todos los pasillos estaban oscuros, las habitaciones frías y sin forma de calentar la comida. Esta es la vida cotidiana de los residentes del refugio y de muchas personas que siguen viviendo cerca de los combates.
Los desplazados me contaron que, antes de huir, intentaban cocinar fuera de sus bloques de apartamentos durante las brevísimas pausas entre los bombardeos, haciendo pequeñas hogueras cerca de la entrada de sus edificios.
Los repetidos ataques a gran escala de las fuerzas militares rusas contra las infraestructuras energéticas provocan cortes de electricidad en todo el país. Esto afecta directamente a nuestros pacientes, pero también a todo el sistema sanitario en general. En muchas zonas, incluidas aquellas en las que vivimos y trabajamos, solo hay electricidad durante tres o cuatro horas al día y otras tres o cuatro horas por la noche.
Los cirujanos a veces tienen que interrumpir las operaciones. Además, las subidas de tensión pueden dañar equipos esenciales.
Los equipos de Médicos Sin Fronteras se preparan para muchos escenarios diferentes para poder seguir respondiendo. Pero ya está claro que este invierno volverá a ser extremadamente difícil para la población de Ucrania”.
Guillermo Algar