El sistema sanitario y la población civil, atrapados en la violencia creciente en Haití
MSF alerta del incremento de las víctimas civiles atendidas en sus instalaciones en una Puerto Príncipe donde entre el 60 y el 80% de los centros sanitarios no funcionan
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Puerto Príncipe, 2 de octubre 2025.- Médicos Sin Fronteras (MSF) informa de un aumento en el número de víctimas civiles que llegan a sus instalaciones y destaca el impacto de esta violencia en la disponibilidad de atención médica en Puerto Príncipe. Esto sucede en un momento en el que la capital de Haití se hunde cada vez más en una crisis marcada por violentos enfrentamientos entre grupos armados y fuerzas policiales.
En un contexto en el que casi dos de cada cinco haitianos necesitan atención médica urgente debido a la inseguridad y la violencia generalizadas, entre el 60 y el 80 % de los centros de salud de Puerto Príncipe están cerrados o no funcionan tras haber sido atacados, saqueados, incendiados o amenazados.
En los primeros seis meses de 2025, los equipos de MSF atendieron a 2.600 supervivientes de violencia sexual, ingresaron a 13.300 pacientes en urgencias y trataron a 2.267 víctimas de violencia. De estas últimas, el 26 % eran menores de edad, frente al 11 % en 2024. La mayoría de los menores tenían menos de 15 años y un tercio eran niñas. En este periodo, uno de cada tres menores ingresados por lesiones relacionadas con la violencia sufría heridas de bala.
“Estas cifras reflejan el alarmante deterioro de la situación en Haití, donde los civiles, incluidas mujeres y niños, están cada día más expuestos al peligro”, explica Mumuza Muhindo Musubaho, coordinador general de MSF en Haití. “Las partes en conflicto deben respetar a los civiles”, recalca Musubaho.
El 20 de septiembre, 17 heridos fueron atendidos en el hospital de MSF en Drouillard tras un ataque con drones llevado a cabo ese mismo día en el barrio de Cité Soleil. Entre estos pacientes se encontraban dos hombres que ya habían fallecido a su llegada, otro hombre que murió durante el traslado, diez mujeres —una de ellas murió de camino al Hospital de traumatología de MSF en Tabarre— y tres niños que, trágicamente, no sobrevivieron a sus heridas. Otras dos mujeres heridas en el mismo ataque fallecieron en el cercano Hospital materno Isaïe Jeanty, donde también trabaja MSF.
Esta violencia se produce en el contexto de un conflicto territorial en el que la población se encuentra expuesta en primera línea, atrapada entre la amenaza de los drones explosivos y la brutal violencia de los grupos armados que saquean y queman casas, destruyen barrios, aterrorizan a las comunidades y utilizan cada vez más la violencia sexual como arma de control, castigo y extorsión.
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En promedio, alrededor del 18 % de los pacientes atendidos por el proyecto de atención primaria de salud de MSF en los barrios controlados por grupos armados afirman que evitan utilizar el transporte público para acudir a centros médicos fuera de estas zonas, por temor a ser blanco de ataques.
La restricción de la movilidad de los residentes, junto con el cierre generalizado de hospitales desde 2024 debido a los ataques armados, los asaltos, el éxodo del personal médico y las dificultades para suministrar medicamentos, ha reducido y centralizado de forma drástica la disponibilidad de la atención sanitaria, dejando a una gran parte de la población sin acceso a servicios vitales.
Esta situación también ejerce una presión extrema sobre los centros que siguen funcionando, en particular el Hospital de traumatología de MSF en Tabarre, que ha aumentado su capacidad en un 50 %, con uno de cada cuatro traumatismos relacionados con la violencia. Solo un gran hospital público sigue funcionando en la capital, el Hospital Universitario La Paz, centro que se ve desbordado con frecuencia.
“Este contexto devastador alimenta una profunda sensación de abandono entre la población. Y hay que decir que el grave deterioro de la disponibilidad de atención sanitaria —una crisis dentro de la crisis— también deja a los pocos actores humanitarios y médicos que quedan con la impresión de estar desbordados por unas necesidades cada vez mayores”, añade Musubaho.
MSF mantiene su compromiso total con el apoyo a la población haitiana y colabora de forma estrecha con el Ministerio de Salud Pública y Población. Es imperativo proteger a la población civil, al personal sanitario y a las instalaciones médicas.
*Nombres modificados para mantener la confidencialidad.
Guillermo Algar