Atacada una ambulancia de Médicos Sin Fronteras en el suroeste de Camerún
La organización se enfrenta a grandes dificultades para asistir a la población en las regiones de Noreste y Suroeste del país
En la madrugada del jueves 4 de febrero, hombres armados dispararon contra una ambulancia de Médicos Sin Fronteras (MSF) mientras respondía a una llamada de emergencia en la localidad Muyuka, en la región Suroeste de Camerún. La ambulancia fue alcanzada y un enfermero resultó herido. La organización condena rotundamente este ataque contra un trabajador y una ambulancia claramente identificados como tales. Las instalaciones sanitarias y las ambulancias no son un objetivo.
Tras el ataque, se envió una segunda ambulancia para recoger al paciente que se encuentra en estado crítico y que ahora recibe atención médica. El trabajador de MSF también recibe actualmente asistencia médica y se está recuperando de sus lesiones.
Durante los últimos cuatro años, las regiones del Noroeste y Suroeste de Camerún se han visto sacudidas por la violencia armada entre fuerzas gubernamentales y grupos armados rebeldes, que ha desplazado a más de 700.000 personas.
Las necesidades humanitarias son enormes. Las comunidades desplazadas tienen muchas dificultades para acceder a servicios básicos, incluida la atención médica. La crisis ha afectado gravemente al sistema de salud pública. Muchos centros de salud han cerrado o no funcionan, los trabajadores y centros médicos están siendo un blanco directo de la violencia y la inseguridad obstaculiza el suministro de medicamentos y equipos médicos.
Atención médica comunitaria para asistir a los desplazados por la violencia
Dado el alto nivel de inseguridad, las organizaciones humanitarias sufren muchos problemas para llegar a las comunidades desplazadas, que a menudo buscan refugio en zonas boscosas y remotas.
Para ofrecer asistencia médica en estas regiones en condiciones tan complicadas, MSF ha puesto en marcha un modelo de atención en el que es la propia comunidad, a través de voluntarios que reciben formación básica para detectar y tratar enfermedades simples, quien se encarga de asistir a su comunidad.
Actualmente, MSF trabaja con 106 voluntarios comunitarios en varios distritos de salud cercanos a las localidades de Mamfe y Kumba en la región del Suroeste. Hasta diciembre de 2020 se llevaban a cabo actividades similares en la región del Noroeste, pero estas se han parado tras la decisión de las autoridades de suspender las actividades de MSF en la zona.
Los trabajadores comunitarios pueden tratar casos no complicados de malaria e infecciones del tracto respiratorio, desnutrición y diarrea. En 2020, estos voluntarios realizaron más de 150.000 consultas médicas gratuitas en las regiones del Sudoeste y del Noroeste.
Cuando las necesidades médicas de un paciente exceden el conocimiento y capacidad del voluntario, este debe derivarlo a instalaciones de salud apoyadas por MSF donde pueda recibir tratamiento adecuado.
Y dado que viajar desde aldeas remotas hasta los centros de salud es un gran desafío para muchas personas debido a la inseguridad, las malas condiciones de las carreteras y la falta de transporte, MSF ofrece un servicio de ambulancia gratuito durante de 24 horas al día y siete días por semana. Las ambulancias recogen a los pacientes que se ajustan al criterio en determinados puntos y los transportan a los centros de salud y hospitales apoyados por MSF.
Desde 2018, Médicos Sin Fronteras está respondiendo a los efectos graves y continuos de la crisis en las regiones del Noroeste y Suroeste de Camerún. La organización brinda asistencia médica humanitaria neutral e imparcial a través de referencias de urgencia con ambulancia, atención de nivel secundario y un modelo descentralizado de atención comunitaria.
Silvia Fernández