Afganistán: nuevas restricciones en Herat impiden a mujeres acceder a atención médica sin usar burka
MSF, que apoya la atención pediátrica en el Hospital Regional de Herat, ha observado una caída del 28% en las admisiones de pacientes con urgencias en solo dos días

Herat, 10 de noviembre de 2025.- Desde el 5 de noviembre, restricciones locales en la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán, exigen que las pacientes, acompañantes y trabajadoras usen burka para poder entrar a los centros de salud públicos, incluido el hospital de Herat.
Esta imposición repentina añade nuevas limitaciones a la participación de las mujeres en la vida cotidiana y genera más obstáculos que afectan su capacidad para acceder a atención médica esencial. Entre el 5 y el 6 de noviembre, bajo esta nueva norma, Médicos Sin Fronteras (MSF), que apoya los servicios pediátricos dentro del Hospital Regional de Herat, ya ha observado una reducción del 28% en las admisiones de pacientes con condiciones urgentes.
“Estas restricciones obstaculizan aún más la vida de las mujeres y limitan su acceso a la atención sanitaria”, afirma Sarah Chateau, responsable de programas de MSF. “Las pacientes y acompañantes femeninas ahora tienen prohibido entrar al hospital si no llevan burka, lo que significa que el acceso a la atención médica depende de la vestimenta y no de la necesidad médica. Cada restricción impuesta a las mujeres como pacientes se traduce en atención médica retrasada o denegada”, añade Chateau. “Sabemos que esto tendrá graves consecuencias para los niños, niñas y las madres, que ya enfrentan enormes barreras para acceder a los servicios de salud en Afganistán”.
En el cruce fronterizo de Islam Qala, en la frontera con Irán, las organizaciones humanitarias se enfrentan a desafíos similares al intentar brindar asistencia a las personas retornadas expulsadas de Irán. De más de un centenar de trabajadoras que antes trabajaban allí, solo tres -una matrona, una médica y una enfermera- tienen actualmente permiso para desempeñar sus funciones, bajo estrictas condiciones que les obligan a llevar el burka en todo momento. Muchas de las mujeres expulsadas de Irán llegan en condiciones de salud frágiles y con acceso limitado a higiene y atención médica; algunas son cabeza de familia. Contar con personal femenino que pueda trabajar con ellas en la frontera es vital. “El efecto combinado de estas restricciones en Herat y en la frontera es alarmante”, advierte Chateau.
Desde 2021, las mujeres en Afganistán han sido progresivamente borradas de la vida pública. Se les prohíbe acceder a la educación secundaria y superior, trabajar en muchos sectores públicos y humanitarios, tienen un acceso limitado a la atención sanitaria y están excluidas de los espacios públicos.
Silvia Fernández