120 farmacéuticas de Asia, África y América Latina tienen potencial para fabricar vacunas ARNm
Una investigación identifica empresas farmacéuticas que reúnen los requisitos técnicos y las normas de calidad para producir vacunas ARNm COVID-19
Madrid / Ginebra, 21 de febrero de 2022.- Alain Alsalhani, experto en vacunas de la Campaña de Acceso a Medicamentos de Médicos Sin Fronteras (MSF), y Achal Prabhala, coordinador del proyecto AccessIBSA, han identificado 120 fabricantes farmacéuticos de Asia, África y América Latina que reúnen el potencial para producir vacunas ARNm, si Moderna, Pfizer y BioNTech compartieran la tecnología. La diversificación y el aumento de la producción mundial de vacunas en los países de ingresos bajos y medios dejaría al mundo en mejor posición para responder colectivamente a la pandemia.
Resumen del estudio
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A pesar de que ha pasado más de un año de que múltiples vacunas eficaces contra el coronavirus fueran introducidas en el mercado, asistimos al fracaso en la vacunación global y la distribución de las vacunas sigue siendo muy desigual. Las marcadas diferencias en las tasas de vacunación se deben, en gran medida, a las desigualdades en el suministro: El 74% de todas las vacunas dispensadas en 2021 se destinaron a los grupos de edad de países de rentas altas y medias, mientras que alrededor del 1% se destinó a países de ingresos bajos.
"A medida que nos enfrentamos a variantes en constante evolución y a otros virus nuevos que pueden surgir, las vacunas de ARNm ofrecen una gran ventaja para salvar vidas si Moderna y Pfizer-BioNTech compartieran la tecnología con el resto del mundo", afirma Alain Alsalhani. La plataforma de vacunas de ARNm permite una rápida modificación de las vacunas contra las nuevas variantes y tiempos de producción relativamente cortos. En el escenario probable de que el virus de la COVID-19 continúe mutando en nuevas variantes de preocupación, el acceso distribuido geográficamente a la tecnología de vacunas de ARNm en todo el mundo permitiría una rápida adaptación de la vacuna y una respuesta dirigida a las necesidades locales.
El análisis elaborado por Prabhala y Alsalhani demuestra que sería posible aumentar la producción de vacunas de ARNm fuera de Estados Unidos y Europa si Moderna, Pfizer y BioNTech compartieran ampliamente sus conocimientos y tecnología. Los Gobiernos de Estados Unidos y Alemania deben tomar todas las medidas a su alcance para garantizar que los fabricantes de la vacuna COVID-19 transfieran la tecnología a productores con capacidades y al centro de transferencia de tecnología de ARNm de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con sede en Sudáfrica. Ni una sola de estas empresas se ha unido a las iniciativas lideradas por la OMS, la plataforma de Acceso Mancomunado a la Tecnología contra la COVID-19 (C-TAP) y el centro de transferencia de tecnología de las vacunas de ARN mensajero contra la COVID-19, para poner en común y compartir la propiedad intelectual.
Los acuerdos de "llenado y acabado" como el firmado entre Pfizer-BioNTech y el fabricante sudafricano BioVac son insuficientes porque requieren que el fabricante asociado dependa del desarrollador para producir la vacuna. Para aumentar la producción a la escala necesaria, el mayor número posible de fabricantes debe tener acceso a todos los componentes y conocimientos técnicos de la producción de vacunas, y este acceso debe incluir desde los primeros pasos de la producción hasta la fabricación y el envasado.
El Gobierno de EE. UU. proporcionó casi 8.900 millones de euros a Moderna para la investigación y el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus y la compra anticipada. Los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses financiaron las innovaciones fundacionales que hicieron posible las vacunas COVID-19 de Moderna y Pfizer-BioNTech. BioNTech se benefició de un fuerte apoyo público a través del Gobierno alemán y otras fuentes públicas. BioNTech recibió una subvención de 375 millones de euros del Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania, 100 millones de euros en financiación de deuda del Banco Europeo de Inversiones y una inversión de 250 millones de dólares por parte de un grupo de inversores dirigido por Temasek, un fondo soberano del Gobierno de Singapur.
MSF reitera su llamamiento a las corporaciones farmacéuticas Moderna y Pfizer, y a su socio BioNTech, para que compartan urgentemente la tecnología de las vitales vacunas de ARNm con todos los fabricantes mundiales. Compartir la tecnología y los conocimientos técnicos podría impulsar la producción y el suministro de vacunas a nivel mundial en cuestión de meses, ayudando a los países de ingresos medios y bajos a ser autosuficientes para hacer frente a las pandemias actuales y futuras, y salvando innumerables vidas.
MSF también insta a todos los gobiernos a apoyar de forma financiera y política el Centro de Transferencia de Tecnología de Vacunas de ARNm contra la COVID-19 de la OMS, a respaldar la propuesta de exención de los ADPIC en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para renunciar a los monopolios de propiedad intelectual en todas las vacunas, pruebas, tratamientos y otras herramientas médicas contra la COVID-19 durante la pandemia; y a utilizar todas las herramientas legales y políticas para facilitar la producción ininterrumpida y la diversidad en el suministro de herramientas médicas contra la COVID-19.
Guillermo Algar